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El Principado decidirá sobre la frontera entre los concejos de Navia y Villayón

Una comisión de los dos municipios visita la sierra de Panondres para dilucidar una reclamación naviega al deslinde efectuado en 1942

Estefanía González e Ignacio García Palacios señalan sus concejos durante la visita de la comisión a la zona en disputa. REPRODUCCIÓN DE G. G.

La línea divisoria trazada entre los términos municipales de Navia y Villayón está siendo revisada. La frontera, que discurre por un escarpado monte cubierto de matorral bajo, pasto habitual de un puñado de caballos, ha sido cuestionada por el concejo naviego, que hace dos años inició los trámites para desplazarla al lugar por el que, según sostiene, debe pasar. Del otro lado, Villayón defiende la validez de la raya actual, recogida en el deslinde del Instituto Geográfico y Catastral de 1942, y achaca a intereses relacionados con la instalación de parques eólicos las pretensiones del concejo vecino.

Para poner luz en la diatriba, ambos consistorios han nombrado una comisión formada por vecinos de la zona, conocedores del entorno, junto con los propios regidores, para comprobar sobre el terreno quién tiene razón en sus planteamientos. Durante la visita efectuada a esta zona montañosa se recorrieron los puntos de referencia que se citan en los diferentes documentos cartográficos de que se dispone. El juez que tiene la última palabra es el Centro de Cartografía del Principado de Asturias, al que le será remitida toda la información.

El terreno en disputa, con una extensión aproximada de unas 60 hectáreas, se encuentra en la sierra de Panondres, y afecta a las localidades de Villartorey, por el lado de Villayón, y a las de Anleo y Braña del Río, en la vertiente naviega. Se trata de una vaguada entre dos crestas que, dependiendo de la versión de cada parte, pertenece a un concejo u otro, moviendo la divisoria al Norte o al Sur, según el caso, en un tramo de unos dos kilómetros. Se trata de una frontera que data del año 1868, cuando Villayón logró la independencia del concejo naviego, del que hasta entonces formaba parte.

"Se trata de una pequeña discrepancia en el tema de los límites, lo que no es algo tan raro; muchos concejos tienen cuestiones similares", explica Ignacio García Palacios, alcalde naviego, quien añade que "una parte del procedimiento dice que en estos casos se debe crear una comisión, que acuda al lugar y que se señale por dónde va el límite según cada versión".

García Palacios se muestra convencido de que su reclamación para solicitar el cambio en los límites del concejo está bien fundamentada. "Hay documentos que presentaremos en el momento oportuno y que nos dan la razón. A partir de ahí, será el Principado el que determine a quién pertenece el terreno. Nosotros queremos simplemente que esa discrepancia se aclare", apunta el regidor de Navia, que bromea cuando asegura que "no nos enfadamos con nuestros vecinos; nos parece muy razonable lo que ellos pretenden, y esperamos que a ellos también le parezcan razonables nuestras pretensiones".

"Hasta el momento en el que una empresa eólica no hizo aparición, Navia no se preocupó por si el límite de concejo establecido por el Catastro estaba en lo correcto o no", defiende Estefanía González, alcaldesa de Villayón. Y es que los terrenos en discordia se encuentran dentro del proyecto presentado por una firma de energía renovable para levantar un parque eólico. Y a pesar de que de la promotora "no se tienen noticias" desde hace años, Villayón considera de justicia mantener los límites tal y como se encuentran en la actualidad.

"Villayón demostró sobre el terreno que tiene razón, y que no se debe efectuar ningún cambio", asevera González, convencida de la validez de los documentos del Instituto Geográfico y Catastral, que da a Villayón la zona en disputa. "Los mojones están donde decimos nosotros", concluye.

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