Los sondeos mineros que dos empresas leonesas pretenden llevar a cabo en la sierra de Penouta, en Boal, no tendrán impacto sobre los bienes arqueológicos presentes en la zona. Eso es al menos lo que asegura el estudio preliminar de impacto ambiental (EPIA) que los promotores han debido presentar a instancias del Principado. Las firmas mineras, interesadas en extraer del subsuelo oro, wolframio, plata, estaño y cobre, descartan que estos sondeos previos afecten a los milenarios túmulos repartidos por Penouta, que recientemente han sido señalizados por los vecinos.

Las empresas Sondeos y Perforaciones Industriales del Bierzo y Sondeos y Estudios Mineros, ambas leonesas y con vínculos entre sí, son propietarias de los permisos "Penouta" y "Azucena", que se extienden por la falda sur de la sierra boalesa. Entre ambas proyectan realizar un total de 18 sondeos mediante perforación mecánica en diversos puntos de la ladera, con el objetivo de conocer en profundidad los materiales susceptibles de explotación presentes en el subsuelo.

"La localización de los sondeos se ha seleccionado de modo que se aprovechen las pistas existentes, sin necesidad de abrir ninguna nueva, a la vez que sea posible cortar los filones esperados con el ángulo y dirección adecuados para la mejor definición del recurso", apuntan las firmas mineras en sendos informes. Además, se explica que los sondeos se llevarán a cabo mediante perforación mecánica, "con extracción de testigo continuo, con empleo de agua y polímeros biodegradables como lodo de perforación". Las muestras extraídas serán posteriormente estudiadas en las instalaciones de las empresas.

Además, los promotores aseguran que antes de ejecutar los estudios se procederá a inspeccionar el terreno "y se consultará a las autoridades pertinentes, así como a prácticos y vecinos del lugar, sobre la posible existencia de derechos o conducciones que pudieran verse afectados". Así, se tratará de evitar esos puntos, y se balizará la zona.

Sobre el impacto que estas operaciones puedan suponer para el entorno, el documento publicado recalca que se trata de una "alteración mínima" del terreno utilizado, unos cincuenta metros cuadrados, y que se procederá a la "recuperación inmediata tras el cese de la actividad".

Además de negar que existan riesgos para el medio ambiente, los promotores consideran que "el proyecto en valoración no supondrá riesgos de afección sobre el patrimonio cultural", especialmente relevante en el entorno de Penouta, con un importante número de estructuras tumularias con 6.000 años de antigüedad y formaciones graníticas de singular valor, como es el propio "Penedo Aballón". Los sondeos se realizarían siempre a una distancia superior a los doscientos metros de estos bienes.

El Principado ha abierto el periodo de información pública para estos proyectos, que pueden ser consultados en la Dirección General de Minería y Energía.