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CECILIA PÉREZ | Alcaldesa de El Franco y una de las personas que integran la delegación asturiana en el comité federal del PSOE

"El PSOE debe sentarse y hablar, la crisis no es de ahora"

"El ciudadano no quiere unas terceras elecciones y cualquier decisión que se tome en el comité es muy mala"

Cecilia Pérez, en el balcón del Consistorio franquino. TANIA CASCUDO

Cecilia Pérez desarrolla estos días su labor al frente del Ayuntamiento de El Franco con un ojo puesto en Madrid, donde se suceden acontecimientos de cara al comité federal donde el PSOE decidirá el domingo si se abstiene para propiciar el gobierno de Mariano Rajoy. Pérez, que es la única representante del Occidente en el máximo órgano de gestión de su partido, se muestra prudente y pide diálogo y responsabilidad a sus compañeros.

-¿Cómo ve el partido?

-Debemos de sentarnos y hablar, hablar mucho. Ahora tenemos una situación transitoria liderada por Javier Fernández, al que considero una de las mejoras cabezas del partido. Lo que está claro es que esta crisis no es de ahora mismo, primero perdimos las elecciones y después tuvimos una crisis de liderazgo.

-¿Qué hizo mal Pedro Sánchez?

-Se equivocó. Pretendió poner deprisa y corriendo un Congreso para buscar el respaldo a la decisión del gobierno de España, pero esa no es la finalidad del Congreso. Mezcló la parte institucional con la parte orgánica y fue un terrible error. Por otra parte, el partido no es asambleario, tiene órganos de representación que toman decisiones. Esto tampoco quiere decir que haya que taparle la boca a la militancia.

-¿Es partidaria de consultar ahora a las bases?

-El problema es que la decisión la tiene que tomar el comité federal. Claro que la militancia tiene que hablar pero aquí no cabe discusión porque eso está en los estatutos. Nadie quiere apoyar a Rajoy, pero hay que tener claras las consecuencias de lo que hagamos.

-¿Va a votar a favor del no o de la abstención?

-El ciudadano no quiere unas terceras elecciones y cualquier decisión que se tome es muy mala.

-¿Tiene el voto decidido?

-El comité federal es determinante y voy a ver lo que allí se decide.

-¿Se pudo resolver mejor la situación?

-En el último comité había dos posturas enfrentadas e inamovibles, donde no había ninguna posibilidad de acuerdo. Tenía que romper y posiblemente rompió de la más suave posible. Fue una situación muy dura a la que no se debió de llegar.

-¿Por qué no se intentó un gobierno alternativo al PP?

-Antes de las elecciones de diciembre hubiera sido lo perfecto. Ahí Pedro Sánchez hizo lo que tenía que hacer y fracasó por la ambición de Podemos, que aspiraban el famoso "sorpasso" y se retiró para ir a unas segundas elecciones.

-En lo local, está viviendo un mandato mucho más cómodo que el anterior en minoría.

-Tengo un equipo de lujo, sin desmerecer a los anteriores. Se está haciendo mucho trabajo y nos esforzamos por darlo a conocer. También la situación económica está estable ya que hay un control presupuestario muy rígido y estamos más desahogados. Esto nos permite afrontar las necesidades municipales con una cierta tranquilidad.

-Una de las grandes obras en marcha es el saneamiento ¿cómo va?

-Es un trabajo muy largo y de mucha inversión. Ahora se está acabando la depuradora y queda ponerlo todo en marcha. Nosotros estamos trabajando con los vecinos en el sistema de conexiones.

-En materia cultural el concejo sobresale gracias al proyecto de As Quintas

-Es uno de los mejores logros del concejo. Logro construirlo, pero eso no es lo difícil, sino darle vida y ahí son muchos los colectivos y asociaciones implicados. Lo que quiero es reivindicar la labor callada del Ayuntamiento porque parece que si no hay ayudas directas no se hace nada y no es verdad.

-Pronto se cumplirá el primer aniversario del incendio que en diciembre devoró 2.500 hectáreas del concejo. ¿Cómo está ahora la zona?

-Estamos en fase de tala y esperamos que después venga la repoblación. A consecuencia de la tala se están produciendo muchos daños en las carreteras y por eso debemos pedir paciencia a los vecinos por las molestias que esto provoca y responsabilidad a las empresas para procurar dañar lo menos posible y que los daños se reparen. El Franco fue un municipio con una riqueza de madera impresionante y confío en que la recupere.

-¿Le duele la poca respuesta de las administraciones ante esta catástrofe?

-No se puede decir que no haya habido ninguna ayuda, otra cosa es que se adapte a lo que pedimos. Salieron ayudas autonómicas para la vivienda y la repoblación y luego está también el proceso de concentración en marcha en A Braña y San Juan. Considero que es un lujo y hay que estar muy agradecido a Desarrollo Rural porque se volcaron con este tema y fueron muy sensibles a la necesidad que teníamos. También estamos viendo que hay personas que se oponen a la concentración. Este proceso no se impone pero las ventajas son indiscutibles.

-Echando la vista atrás ¿cómo ve ahora lo sucedido?

-Soy muy práctica. Lo fundamental es que no hubo daños personales, los hubo materiales y al medio ambiente, pero la naturaleza es sabia y se recupera. Lo terrible son las graves pérdidas económicas del concejo en lo que se refiere a la riqueza forestal.

-¿Qué se aprende?

-De cualquier fracaso hay que sacar una moraleja o lección y en este caso hay que quedarse con la capacidad de la gente de colaborar y ayudar, con la respuesta que dieron a una situación tan terrible. No solo esos días sino después, sumándose a las actividades solidarias para recaudar fondos. Esto sirve para tener esperanza en la condición humana.

-Da la sensación de que siguen faltando medidas o planes a largo plazo para evitar que algo así pueda repetirse...

-Seguimos sin dar con la solución al problema del monte y no es por falta de voluntad sino por la dificultad que tiene. Por un lado tenemos el sistema ancestral de explotación del monte y, por otro, el vicio adquirido de pensar que el eucalipto es la panacea. Falta más conocimiento y formación. En la gestión del monte todos somos responsables, no solo la administración, ya que el Principado no puede imponer medidas sin el apoyo de los ciudadanos. Lo que más necesitamos es que la gestión forestal forme parte de la gestión económica de un territorio, algo que no está pasando. Hay que formar a la gente y plantear alternativas de cultivo, y también aprender de lo que están haciendo en otros países.

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