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La lluvia primaveral y la sequía del verano merman la producción de miel en Boal

"El avispón asiático será un problema en los años venideros", advierten los productores a las puertas de la feria anual

Con el grueso del trabajo concluido y la miel en proceso de ser envasada, los apicultores de Boal dan los últimos retoques antes de la gran cita de este producto en la comarca. Los productores aseguran que la cosecha de este año se ha visto afectada por una primavera lluviosa y un verano seco en exceso, lo que ha dejado poco margen para que las abejas llevaran a cabo su trabajo. Además, la amenaza del avispón asiático (Vespa velutina), que se extiende por el Noroccidente, ha llegado hasta el concejo, y aunque de momento no ha causado daños de importancia, causa preocupación entre los apicultores, que piden más implicación a la administración para combatirla.

Las quinientas colmenas que gestiona Julio Fernández han producido, este año, un tercio de lo que deberían en un verano normal. "Para nosotros, y creo que para otros muchos apicultores, la cosecha de este año ha sido mala. En gran medida se debe a las condiciones meteorológicas, que son muy variables. Es un periodo de tiempo muy determinado el que las abejas tienen para producir, y llevamos varios años en el que el tiempo no es el apropiado", dice este boalés. Explica que la primavera ha sido lluviosa en exceso, mientras que el calor del verano y la falta de lluvias durante largos periodos de tiempo también ha afectado a las obreras. "Se puede decir que llegó todo a destiempo", lamenta.

El ácaro de la varroa es otro de los problemas con el que deben lidiar quienes producen miel, un enemigo "que no somos capaces de erradicar", y al que en las últimas fechas hay que sumar la Vespa velutina. "No tuvo gran incidencia de momento, pero está empezando a aparecer por Boal y los concejos de la zona, y será un problema en los años venideros. Estamos convencidos que el año que viene nos tocará sufrirla", se resigna Fernández, que cree que la Administración "deberá tomar cartas en el asunto y no dejarlo todo en manos de los apicultores; es un tema que afecta a todo, no sólo a la miel", afirma.

Julio Fernández es, además, secretario de la Asociación de Apicultores Profesionales de Asturias (Promiel), que en estos momentos aglutina a 35 socios, productores y envasadores, del Principado de Asturias, que controlan unas 30.000 colmenas. Desde este colectivo se encuentran reclamando una mayor regulación de la producción apícola, a fin de igualar las obligaciones fiscales de las empresas del sector con las de los productores que venden de forma directa la miel al consumidor. "Es uno de los pocos productos del campo que se encuentra aún en esta situación, por eso tratamos que se normalice toda la producción", señala Fernández.

En Merou, una aldea boalesa en pleno valle del Navia, la cosecha ha sido mejor. María Jesús González asegura que al mismo nivel, o mejor, que el pasado año. "Puede ser debido a que estas colmenas están más protegidas, y les afectan menos los cambios en el tiempo", dice, señalando que los panales este año estaban "muy completos".

La vespa velutina también es un problema que tiene a las puertas, aunque de momento no de un modo alarmante. "Se ve alguna, pero no de forma que afecte a las colmenas", suspira aliviada.

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