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Pasión por los bichos en el Eo

El ribadense David López tiene una colección de 3.000 conchas y casi 800 insectos, muchos procedentes de Asturias

De arriba abajo, un insecto palo de Indonesia, un insecto hoja de Tailandia y una tarántula de Perú. T. C.

No sabe muy bien cuando empezó su pasión por los bichos, pero explica que ya de niño su juego favorito era capturar mariposas. "Era una cosa un poco rara", reconoce el ribadense David López, que actualmente atesora en su casa casi 800 insectos, especialmente mariposas, junto a unas 3.000 conchas de más de 2.000 especies diferentes y varios fósiles. Esta colección tan particular estuvo expuesta hasta ayer en la Oficina de turismo de Ribadeo.

Cuenta López, que ha ido aprendiendo de manera autodidacta, que lo que más le gusta son las mariposas, aunque reconoce "que es el trabajo más frustrante que hay". No en vano, se rompen fácilmente y conservarlas en perfecto estado requiere mucho tiempo y esfuerzo. Explica que uno de sus lugares favoritos para la captura de ejemplares es la comarca Oscos-Eo, especialmente en la sierra de la Bobia donde se pueden localizar ejemplares catalogados como de alta montaña. Este aficionado a la entomología añade que desde el punto de vista del medio ambiente "Asturias le da mil vueltas a Galicia, pues conserva mucho mejor los bosques autóctonos".

Cazamariposas en mano sale al bosque en busca de nuevos ejemplares y, lo primero que hace una vez realiza la captura, es guardar la mariposa en un sobre de plástico. Posteriormente, ya en casa, la coloca en un extendedor casero donde debe permanecer hasta que se seque por completo (lo que tarda entre una y dos semanas). Una vez el proceso se ha realizado con éxito, la clasifica señalando el nombre científico y el lugar de recogida y la guarda en una caja impermeables con nitrobenceno y una bola de naftalina para facilitar su buena conservación.

En general, invierte muchas horas para mantener en buen estado su colección, pues si no se les presta cuidado y atención acaban deteriorándose y podría perder muchos años de trabajo y dedicación. Apunta por ejemplo la importancia de meter los insectos en el congelador cada tres o cuatro años para curar cualquier problema que se detecte dentro de la caja donde los almacena.

Explica el ribadense que para la captura de insectos es necesario tramitar un permiso ante los responsables de Medio Ambiente de cada comunidad autónoma, lo que no le exime de vivir divertidas anécdotas con los agentes de la Guardia Civil. Recuerda, por ejemplo, un día que buscaba mariposas junto a un arroyo de Santa Eulalia de Oscos: "Iba con el cazamariposas junto al río y los agentes creyeron que estaba pescando, así que en seguida me preguntaron qué es lo que hacía. Cuando les dije que estaba cogiendo mariposas se miraron el uno al otro alucinados". Bromas aparte, explica que la zona de los Oscos es un lugar especialmente bueno para recoger mariposas y, de hecho, se pueden encontrar algunas rarezas. Es el caso de la erebia palarica que se encuentra en el pico de la Bobia. Otro lugar muy especial es la senda de A Seimeira, en Santa Eulalia de Oscos, de allí proceden varias de las mariposas de su extensa colección.

En los primeros años la recogida de ejemplares era más indiscriminada pero, una vez dispone de los insectos más comunes, ahora ya va a lugares más concreto en busca de especies que faltan en su colección. En muchos de estos viajes en busca de nuevos bichos está acompañado por el exalcalde valdesano Jesús Landeira, otro aficionado a la entomología.

Explica López que en esta zona se trata de una afición poco habitual y se cuentan con los dedos de una mano las personas que cultivan esta pasión por los insectos. Sin embargo, este ribadense disfruta enormemente con la recogida de insectos, pues es una afición que le permite relajarse y disfrutar del entorno. "Es bonito y se pasa muy bien", precisa.

En su colección se entremezclan ejemplares de la zona con otros que ha ido adquiriendo o intercambiando con otros coleccionistas a lo largo de los años y que proceden de lugares dispares como Marruecos, Indonesia, Alaska o Francia. En el caso de las mariposas llaman la atención por su gran tamaño las que proceden de climas tropicales.

En lo que respecta a las conchas, muchas las consigue en el puerto lucense de Burela: "Los marineros de los arrastreros ya me conocen y me van guardando lo que encuentran". Una de las piezas más raras de su colección, por la dificultad de conseguirla, es una concha denominada turrisipho fenestratum que le consiguió un marinero en la costa de Ribadeo.

La exposición ha recibido en los últimos días la visita de estudiantes de la zona y les sorprendió mostrándoles una de sus piezas más singulares: una tarántula que trajo de Perú.

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