"Mañana (por hoy) hacemos tres semanas sin agua caliente y lo que pedimos es una solución", clama Angélica Martínez, la presidenta de la comunidad de vecinos del bloque número 9 de las viviendas protegidas del barrio veigueño de La Galea. Se quejan de la lentitud con la que la sociedad pública Viviendas del Principado de Asturias (Vipasa) está haciendo frente a este problema que está ocasionando muchas molestias al vecindario.
Martínez explica que el día 14 de octubre dieron parte de la rotura del depósito de agua que abastece a las veinte viviendas del bloque. El depósito ya sufrió una rotura hace dos años y se solventó con un parche, sin embargo, los técnicos apuestan ahora por su sustitución. Desde Vipasa, añade esta vecina, les solicitaron que presentaran tres presupuestos, algo que el vecindario no ve razonable pues el edificio es propiedad de Vipasa. Aún así remitieron un presupuesto. Vipasa logró un segundo y ahora la respuesta que dan a la impaciencia vecinal es que están a la espera de un tercer presupuesto para adjudicar la actuación. Este periódico se ha puesto en contacto con la Consejería de Servicios y Derechos Sociales y sus responsables han declinado dar su versión del asunto.
La presidenta de la comunidad explica que los vecinos -todos en régimen de alquiler- hacen frente al problema como pueden, calentando agua o acudiendo a las casas de vecinos o familiares para darse una ducha caliente. Incluso, apunta, el Ayuntamiento les ha facilitado hacer uso de las duchas del polideportivo municipal.
Martínez se muestra preocupada ya que el depósito no tiene fácil arreglo. No en vano, se ubica en el bajocubierta del edificio y "todo el que vio la instalación dice que no entiende cómo la dieron de paso, por donde está y el poco espacio que hay". Asegura además que no es el único problema que presenta este edificio construido hace once años. Los vecinos llevan tiempo "peleando" porque las placas solares instaladas en el inmueble "nunca funcionaron en condiciones". También tienen problemas con la señal de televisión ya que "hay un receptor para seis viviendas cuando somos veinte y encima no está dado de paso en Telecomunicaciones, así que nadie lo quiere arreglar".
