El estado en el que se encuentra el espigón de la margen naviega de la ría de Navia, en su desembocadura en el Cantábrico, es delicado. La fuerza del mar, las olas y las corrientes han trabajado sobre esta estructura de hormigón hasta abrir en ella importantes grietas, tanto en la superficie como en su base, como se ve en la foto. Su estado, apuntan los conocedores de la zona, es una de las razones del retroceso de la playa hacia el interior y de la acumulación de arena en la ría. En días como el de ayer, de temporal, las olas saltan y machacan la estructura. Muchos dudan que pueda superar este invierno si llega con tanta dureza como en años anteriores, informa G. GARCÍA.