Tineo se tiñe de negro. El concejo está de luto por el fallecimiento de Cándido García Tomás, quien fue su párroco durante cuarenta y cuatro años. García falleció ayer en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) tras sufrir una grave enfermedad. Un hombre que deja una gran huella entre los vecinos por su implicación, más allá de los asuntos religiosos, en el progreso del concejo y sus habitantes. "Se puede decir que Tineo está de luto, toda la gente lo siente y cualquiera que te encuentres tiene una lágrima en el rostro y una palabra de reconocimiento", comentó Celestino Riesgo, vicario parroquial en la zona.

García, natural de Zardón (Cangas de Onís), llegó al concejo muy joven y desde el primer momento se integró en el tejido social, sobre todo en lo relacionado con el campo. El párroco creó cooperativas agrarias, luchó por la construcción de infraestructuras para la mejora de la labranza como pistas ganaderas y fue asesor de muchos tinetenses en asuntos de montes comunales gracias a sus estudios de Derecho, que realizó a través de la Universidad a Distancia (UNED). También fue un gran defensor del colectivo vaqueiro, al que pidió perdón en nombre de la Iglesia por las discriminaciones que sufrieron. Nunca faltó a la Fiesta de la Trashumancia en La Casa del Puerto y participó activamente en el Foro Vaqueiro.

"Fue una persona muy activa en el municipio, siempre trató de defender aquello en lo que creía y me consta que apoyó y defendió a los vaqueiros, don Cándido era un vecino más que quería ver este municipio progresar", destacó el Alcalde de Tineo, José Ramón Feito. En ese sentido, el vicario resaltó que el párroco "luchó por las condiciones de los campesinos, siempre queriendo al concejo como padre que era". Don Cándido -como le llamaban- también fue el gran conservador del patrimonio eclesiástico local. No era extraño verle realizar trabajos de mantenimiento en los inmuebles o luchando por conseguir financiación cuando las obras superaban los remates de conservación que realizaba. Además, fue profesor de Religión en el Instituto de Tineo, por donde pasaron cientos de alumnos, que tras dejar de ser obligatoria la materia continuaron manteniendo la matrícula. "No hay más que ver el comportamiento de la gente, mayores y también jóvenes porque se reconoce a la persona en sí, seas lo que seas, creas o no creas, porque era un ser humano que se portó muy bien con la gente y era muy apreciado", señaló Celestino Riesgo.

Don Cándido deja un gran vacío entre sus feligreses, quienes llevan toda una vida apoyados en sus consejos. "Cándido era una persona tan cercana y volcada que, para mí, es un ser humano admirable", comentó Emilio Fernández, amigo y feligrés. Los tinetenses despedirán hoy a su párroco en la iglesia de Tineo, a las 12 horas. Después será enterrado en su pueblo natal. Tineo despide hoy a Don Cándido con un profundo dolo porque era el padre de todo un concejo.