Suena el timbre en el colegio y en Villayón bajan al huerto. A pesar del frío de la mañana, los siete alumnos de quinto y sexto curso de Primaria se remangan para plantar berza, repollo y coliflor. Como cada uno tiene su función, Javier González, que este mes hace de director del huerto, da instrucciones. Gorka Barrera, encargado de las redes sociales, lo inmortaliza todo con su tablet. Después lo "tuiteará" y subirá las fotos a la nube, para que puedan ser compartidas por todos. Así se trabaja dentro del proyecto "Siembra tu salud" que ha puesto en marcha en este centro, y en el que se aprende llevando a la práctica la teoría que contienen los libros.
El Centro Rural Agrupado (CRA) Villayón cumple ahora su tercer año dentro del proyecto "Smart School", un plan para introducir las herramientas digitales como apoyo en el aula. Es uno de los dos colegios de la región implicados en la iniciativa, y todo el centro se muestra muy satisfecho con el progreso realizado. De forma paralela, y desde hace semanas, los escolares trabajan en un proyecto común, el del huerto saludable y ecológico, con el que se trata de avanza un paso más en el camino de la educación.
"Aquí, el maestro actúa como un guía, que orienta a los alumnos en sus investigaciones. Son ellos los que descubren y crean. Esto hace que los conocimientos sean más firmes", explica Fernando Fernández, el "guía" de los jóvenes horticultores. "Siembra tu salud" no es un simple taller en el que se siembran, abonan y cosechan verduras y hortalizas. Tiene mucho trabajo detrás. "Es un proyecto multidisciplinar en el que se trabajan contenidos de lengua, matemáticas, ciencias naturales, inglés y fala", apunta el docente.
Lo explica Javier González: "Por ejemplo, para matemáticas, calculamos los gramos de abono que debemos poner a cada planta. Y en lengua, redactamos los guiones para los vídeos". El objetivo final es crear una serie de contenidos multimedia en el que serán los propios escolares los que vayan relatando el proceso de creación y cuidado del huerto. A ese canal se pueden sumar otros centros de cualquier punto del país aportando recetas con esos productos naturales y ecológicos, o consejos para su mejor cuidado.
"Una de las principales ventajas que tiene este método es que los niños se implican mucho más y están más motivados, a la hora de aprender. Por otro lado, se trabajan aspectos que están un poco olvidados, como puede ser la expresión oral, cuando tienen que contar a cámara qué es lo que han hecho", defiende Fernando Fernández, que pone énfasis en destacar que se trata de una actividad en que participa todo el centro, tanto el alumnado como el claustro de profesores.
Las nuevas tecnologías son la otra pata en la que se asienta el proyecto. Permiten registrar en vídeo los avances, evaluar con aplicaciones el proceso de aprendizaje y realizar y compartir presentaciones o murales digitales. La tableta electrónica es un material escolar más para los jóvenes de Villayón. El trabajo de esta mañana consiste en realizar una pequeña plantación, y regar y abonar el semillero con lechuga, cebolla, tomate y perejil. "También tenemos plantadas cebollas blancas, cebollas rojas y ajos", afirma el joven Andrés Gayo, que cuenta cómo han investigado durante semanas cuál es la época de cada cultivo, qué cuidados necesita y cómo debe recolectarse.
El director del CRA Villayón, Santiago Sepúlveda, está convencido de que esta modalidad de enseñanza, mediante proyectos, se impondrá en los próximos años, "puesto que es la forma en que se trabaja en el mundo de ahí fuera". "Hay cosas que se siguen estudiando como antes, por el libro, porque no hay otra manera de hacerlo, pero el futuro pasa por aquí", señala, asegurando que, además de todas las ventajas reseñadas, "permite una mejor adaptación de los alumnos con dificultades". "La escuela debe adaptarse a los tiempos, y no enseñar como hace medio siglo", apostilla Fernando Fernández.
