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La cosecha de uva para el vino de Cangas cae un 11% respecto a 2015

Los productores no ven alarmante el descenso y destacan la menor graduación y acidez del fruto, lo que, a su juicio, augura "buenos vinos"

Beatriz Pérez embotella los vinos de barrica. D. ÁLVAREZ

Los bodegueros adscritos a la Denominación de Origen Protegida (DOP) del vino de Cangas han recogido este año 108.700 kilos de uva, un 11 por ciento menos de la cantidad que se registró en la campaña de 2015. Entonces los viñedos repartidos entre los concejos de Cangas del Narcea e Ibias habían producido 123.344 kilos de uva, que suponía a su vez 52.000 kilos más que el año anterior.

Una reducción de cosecha que, según los productores, no es alarmante, ya que comparando los datos en un periodo más amplio, de cinco años, la disminución de la cosecha es tan solo de un uno por ciento de la media. Por ello, todos coinciden en subrayar que la vendimia de este año se mantiene dentro de los parámetros habituales.

Ya en las primeras entradas de uva en las bodegas, los bodegueros se percataron de la desigualdad existente en la cantidad de uva producida por los diferentes viñedos, lo que auguraba cifras a la baja. Las causas se remontan a la primavera, cuando se produjeron heladas en plena floración de las plantas, y a la granizada de junio, que aunque en un primer momento parecía que no iba a tener efectos negativos sobre el viñedo, afectó al sarmiento, reduciendo su capacidad reproductiva.

Por variedades, la uva cosechada fue un 65 por ciento de tinta, básicamente de albarín negro, mencia, carrasquín y verdejo negro. El resto, un tres por ciento, fue blanca, sobre todo albarín.

Sin embargo, la buena calidad del fruto se continúa manteniendo. "El tiempo respetó al final del proceso y no hubo problemas de botritis, que es lo que más puede afectar al terminar el ciclo, así que la uva entró en bodega muy sana, aunque con un poco menos de grado que años atrás", explica el presidente del consejo regulador de la DOP, Juan Manuel Redondo.

Este año la graduación bajó entre medio punto y un punto, por lo que fue menos habitual ver grados de 13 o 14 puntos y más normales los de 11,5 y 12,5. Asimismo se redujo la acidez "lo que augura unos buenos vinos", subraya Redondo.

La calidad de la uva es algo que destacan en la bodega Chacón Buelta, que aunque ha visto su producción reducida en un 35 por ciento, subraya que "hemos ganado en calidad, con mayor grado alcohólico y más aroma".

Hasta las 30.000 botellas ampliará su producción este año la bodega Vidas, a pesar de que ha notado la reducción de recogida de uva, no solo por los cambios de tiempo, sino por "la cantidad de fruto que se comieron los pájaros", explica Beatriz Pérez.

Unos 2.000 kilos más se recogieron en la bodega Antón Chicote, que el próximo año sacará al mercado unas 14.000 botellas de un vino que a estas alturas ya tiene agotado.

Mientras, la bodega Monasterio de Corias espera sacar al mercado 45.000 botellas, aunque la producción se ha reducido un 10 por ciento respecto a 2015.

La DOP continúa creciendo con la incorporación de Vitheras y el proyecto de creación de otra bodega en San Antolín de Ibias. No obstante, el presidente del consejo regulador insiste en la necesidad de que se amplíe la plantación de viñedo y pide que se tenga en cuenta en los planes Leader.

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