La santirseña Aurora García Rivas (La Antigua, 1948) acaba de terminar "Cambio de agujas", la segunda parte de su exitosa novela "Vía muerta" y su décima octava publicación. García Rivas, que escribe indistintamente en castellano y en gallego-asturiano, se inició en la escritura desde niña, pero no fue hasta la madurez cuando empezó a publicar. En 2004 vio la luz su primer poemario y desde entonces no ha parado. A "Cambio de agujas" le ha dado forma en un año de trabajo, y sus más de 500 páginas llegarán a los lectores la próxima primavera. Tiene previsto empezar en Ribadeo el ciclo de presentaciones, pues allí comienza la trama.
-"Vía muerta" se agotó en tres meses. ¿Esperaba tanto éxito?
-Me sorprendió, gratamente, eso sí. Hubo personas que se quedaron sin ella porque se agotó enseguida, pero vamos a reimprimir algunos ejemplares más que tendremos cuando presentemos "Cambio de agujas".
-¿Qué deparará al lector esta segunda parte?
-Hay muchas sorpresas. Cambios inesperados en la vida de algunos personajes. Nuevos personajes? lo normal. La novela se desarrolla en los mismos lugares que la anterior y en sitios nuevos como EE UU y la frontera de Argelia. Además, tendrán protagonismo Vegadeo, Ribadeo y A Pontenova.
-¿Habrá tercera parte?
-No sé si habrá una tercera. En principio no me lo planteo, a no ser que mis lectores, como sucedió con "Vía muerta", me la pidan. Entonces? no sé, me lo pensaría.
-En el trasfondo de la trama está el tren minero Vilaodriz-Ribadeo y su historia. ¿Está satisfecha de contribuir a su memoria?
-Claro que estoy satisfecha. El recuerdo lo embellece todo, y en este caso más. El tren y las minas significaron mucho para el impulso económico de la zona; la vida de sus gentes cambió de forma significativa. El tren fue, como escribo en la novela, "mucho más que un medio de transporte: había sido el reloj, la música, el diapasón, el engarce, el corazón y el anecdotario de la Baja Tierra de Miranda." Hoy vuelve a nuestro recuerdo y retomará su carácter dinamizador con los proyectos que se están llevando a cabo en Ribadeo y con los que, ya hace algún tiempo, se hicieron en San Tirso y A Pontenova.
-¿Debería prestársele más atención a la historia del tren por el importante papel que jugó en la zona?
-Siempre se puede hacer más; el tiempo dirá si los proyectos en curso y los que ya funcionan se amplían. En mano de los regidores está y nada se consigue sin trabajo y algo de audacia.
-También en "Catalina de Santisso", la novela que vio la luz el año pasado, recupera una figura de la historia. ¿Se siente cómoda en este registro de novela histórica?
-Siempre me siento cómoda escribiendo porque es lo que me gusta. Escribir sobre hechos conocidos tiene sus ventajas, pero también muchos inconvenientes. Sopesando unos y otros? dejémoslo en tablas.
-Aunque reside habitualmente en Gijón, no se ha desligado de su tierra de origen. ¿Cómo ve la actividad cultural de esta zona?
-No estoy mucho al tanto. Sí conozco bastante bien el programa "Rompiendo distancias", al que yo misma debo mucho y que espero siga creciendo y llevando cultura y comunicación a la comarca, tanto en los núcleos de población como en las más apartadas aldeas.
-"Cambio de agujas" será su décima octava publicación. ¿Vive su mejor momento creativo?
-Yo soy muy optimista. Desde mi primer libro, vivo mi mejor momento creativo. Cada libro me proporciona satisfacciones distintas por distintos motivos. Espero no haber escrito aún el definitivo y vivir más momentos "creativos mejores".
-¿Cuesta mucho publicar?
-Yo he tenido mucha suerte. Tengo publicado prácticamente todo lo que escribí.
-En 2008 coordinó la primera edición de un congreso de escritores en gallego-asturiano. ¿Por qué no continuó la idea?
-Ese congreso partió de una idea mía. No hay, que yo sepa, ningún interés en retomarlo. En principio iba a ser cada dos años? pero nunca más se repitió. El porqué es mejor preguntarlo en la Consejería de Cultura del Principado. Ellos sabrán.
-En aquel congreso se rindió homenaje al maestro de las letras eonaviegas, Manuel García-Galano, recientemente fallecido. ¿Qué le debe la literatura en gallego-asturiano a Galano?
-Al Galano le debemos lo que somos los escritores que hemos llegado detrás de él. Él abrió un camino franco a nuestra literatura. Bendito sea.
-Como amiga del maestro quiso iniciar un proyecto para dejar por escrito su vida. ¿Verán la luz esas memorias de Galano?
-Nunca comencé ese proyecto porque Manuel nunca me dejó hacerlo en vida suya. Así de modesto y humilde era. Me regaló gran cantidad de material por si quería llevarlo a cabo una vez él nos hubiese dejado. Es una tarea de mucha responsabilidad, ya que su legado no sólo es abundante y variado, sino que tampoco es nada fácil de tratar como se merece. Es posible que me ponga con ello cuando haya madurado la idea y tenga claro qué es lo que quiero a ese respecto. No escribiré una sola línea si no tengo la seguridad de que va a ser lo que él merezca. Sí, éramos amigos, por eso siento tanto respeto a algo que él rechazó siempre porque no se sentía más que un hombre de bien. Las alabanzas lo molestaban, aunque era una persona profunda y sinceramente agradecida.