El primer pulpo del mundo con sello de sostenibilidad no deja de acaparar el interés de pescadores, cofradías y productores. El cefalópodo capturado en la costa occidental asturiana, que luce desde el mes de marzo la etiqueta MSC (Marine Stewardship Council, Consejo de Administración Marina) contará en la campaña que está a punto de comenzar con más embarcaciones, un nuevo sistema de rulado y hasta siete comercializadores interesados en darle salida. Las cuatro cofradías certificadas (Tapia, Viavélez, Ortiguera y Puerto de Vega) lo subastarán al alza, con precios mínimos, y una vez cada quince días.
En una semana comienza la campaña del pulpo en la región. Las cofradías certificadas con el sello MSC han mantenido varias reuniones para establecer los criterios que seguirá la comercialización del producto, que ha crecido en interés en los últimos meses. Se ha llegado a un acuerdo, por el cual se establecen unos precios mínimos para el pulpo con etiqueta de sostenibilidad, y a partir de ahí se realizará una subasta ascendente, no descendente como en otras especies. "Si la subasta no alcanza los precios que hemos establecido, se venderá como pulpo sin certificar", asegura el patrón mayor de la cofradía de Puerto de Vega, Adolfo García. Además, la subasta tendrá validez para todo el pulpo capturado durante los siguientes quince días. Tras este periodo, se volverá a rular.
De esta forma, se ha fijado un precio mínimo de seis euros por kilo para los ejemplares de entre 1 y 1,4 kilos; de siete euros para los que van de los 1,5 a los 1,9 kilos, y de ocho euros para los que superan los 2 kilogramos. "De ahí, hacia arriba", señala Adolfo García. El mayorista que ofrezca más precio de media se quedará con todo el lote para las dos semanas. En comparación con el pulpo sin certificar, se trata de un aumento "como mínimo, de 80 o 90 céntimos por kilogramo", lo que genera un valor añadido "muy importante" para los profesionales de la comarca.
"Único en el mundo"
"No estamos libres de equivocarnos, pero creemos que es la mejor forma de sacar al mercado este producto que tenemos, y que es único en el mundo", apunta García, que reconoce que "si no funciona, estamos dispuestos a realizar modificaciones en el sistema". Por encima de todo, el patrón mayor de Puerto de Vega considera que lo importante ahora es "darle un buen empujón" al cefalópodo certificado, que se encuentra en un momento "crucial" para saber si es, o no, una alternativa con futuro para los marineros. Es la primera campaña completa que se afronta con este sello, que fue concedido a principios de año.
Una campaña en la que habrá tres nuevas embarcaciones certificadas, además de las 27 que había hasta la fecha. Este año se han sumado pescadores de Oviñana, atraídos por las ventajas del sello. También en Luarca, según señala García, existe cierto interés. Es posible porque las cofradías iniciales plantearon la institución de un certificado abierto, al que pudiera acogerse cualquier pescador que forme parte de los planes de explotación del Principado de Asturias.
De hecho, las cofradías están redactando unos estatutos del grupo, unas normas que regulen la incorporación y el funcionamiento del gremio dentro de la etiqueta MSC. "Queremos invitar a todas las cofradías y pescadores que lo deseen a sumarse al MSC. Supone tener más fuerza para negociar, y darle un valor extra a nuestra producción", anima el patrón de Puerto de Vega.
Más salida
En el apartado de la distribución, el pulpo MSC ha aumentado su atractivo en los mercados nacionales e internacionales. Las cofradías han mantenido contactos incluso con varios comercializadores extranjeros, para sondear una posible salida a mercados de otros países y continentes. No obstante, por el momento son siete los compradores certificados con cadena de custodia MSC los que se han interesado realmente por acudir a la subasta. "De los que ya han presentado los avales, dos son asturianos y otros dos de otros puntos del país", señala García, que espera que haya una buena concurrencia en las primeras subastas.
El sello MSC certifica que la pesquería se realiza conforme a parámetros medioambientales que garantizan la buena gestión y la sostenibilidad de las artes utilizadas, en este caso, la pesca artesanal de trampa selectiva. La etiqueta está en constante estudio.
