El Suroccidente da la bienvenida al nuevo tramo de la Autovía A-63, aunque la limitación de velocidad en los 2,3 kilómetros que separarán las localidades salenses de Doriga y Cornellana (80 km/h) esté por debajo de la estándar de una carretera nacional (90 km/h), según se conoció el miércoles durante la visita a la zona del nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, que avanzó que el tramo se abrirá a la circulación después del verano.
El matrimonio formado por Patricia González y Luis Andrés Rodríguez tiene que hacer todos los días laborables el trayecto que separa Oviedo de Salas. "Todo lo que adelantemos por autovía es bien recibido", asegura la mujer, que trabaja en el Ayuntamiento de Salas y se ve obligada a circular por la carretera nacional que separa Doriga y Cornellana en hora punta.
"Hay mucho tráfico y apenas se ve nada porque las señalas en la carretera no se ven, así que estoy deseando que abra la autovía como sea", dice. Sobre la limitación de velocidad entiende que responde a una cuestión técnica. "Siempre es mejor conducir por una vía de alta capacidad que por una carretera nacional. Notaremos el cambio", señala.
Su marido da más importancia a esta limitación que ayer estaba en boca de una buena parte de los salenses. "Circular a 80 kilómetros por hora no es lo esperado para una autovía, es una ruina", indica. La limitación está justificada por los técnicos por complicaciones orográficas, que para ser salvadas y aumentar la velocidad requerirían una inversión mucho mayor.
En llegar a Salas, este matrimonio ovetense tarda hoy por hoy 35 minutos. Con la apertura del tramo Doriga-Cornellana el 30 de septiembre de 2017 esperan reducir este tiempo a la mitad. "Mucha gente espera que este tramo abra antes porque a simple vista está muy avanzado", señala el vecino de Oviedo, que lleva 28 años trabajando en una industria de Salas.
Para el presidente de la asociación de hostelería de Salas, Manuel López, la apertura del tramo Doriga-Cornellana de la A-63 "es necesaria y urgente". "Yo creo que ganamos. Es cierto que el límite de velocidad no es el esperado, pero por lo menos tendremos autovía", señala López. El hostelero razona los beneficios que cree va a tener la autovía por el viaje que hoy en día tienen que hacer los turistas que visitan Salas. En caso de llegar por autovía (tanto desde Oviedo como desde Luarca), tienen que pasar antes por el "peligroso" cruce de La Rodriga, donde, además, no está señalizado Salas. "Sólo por evitar riesgos y por la señalización estamos deseando que abra Doriga-Cornellana, sin duda", destaca. López también añade que Salas "necesita, y mucho, el tramo de autovía que va a La Espina". En todo caso, los hosteleros esperan mejores resultados porque el tramo acercará Salas al centro de la región, a los concejos del Suroccidente y también a la Meseta.
En el polígono industrial de La Espina también esperan "con los brazos abiertos" el nuevo tramo de autovía. El vicepresidente de la asociación que reúne a los empresarios, Alberto García, asegura que "siempre seremos más competitivos si tenemos buenas infraestructuras". "Al margen de la velocidad, una vía de estas características acorta la distancia y nos acerca al centro de la región. Que tengamos operativo esta tramo ya es la leche", dice.
