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Vega de Ouria (Boal) pide protección para el centenario "carbayo da capilla"

"Es un emblema de gran belleza", dicen los vecinos, que quieren conservar el árbol y darlo a conocer en una ruta

Fernando Rodríguez, delante del roble centenario de Vega de Ouria. G. GARCÍA

Aun a finales de otoño, cuando ya casi ha perdido toda la hoja, la figura del "carbayo da capilla" de Vega de Ouria resulta imponente. Este roble, al que se le calculan más de cinco siglos de vida, ha sobrevivido a generaciones de boaleses, e incluso a un intento de tala. Para que nada malo le pase en el futuro, los vecinos de esta localidad boalesa han solicitado al Principado una protección especial para este ejemplar. Además, procederán a identificarlo y señalizarlo, dentro de una pequeña ruta que se espera marcar en los próximos meses.

El árbol debe su apodo al pequeño edificio junto al cual se levanta, la capilla de San Blas, un coqueto templo cuya referencia más antigua, en un testamento, data del año 1588. Los vecinos creen que el árbol estuvo allí, al menos desde la construcción de la capilla, si no antes.

"Es un árbol emblemático, que tiene una belleza impresionante. Es una referencia para el pueblo", explica Fernando Rodríguez, uno de los miembros de la Asociación Cultural San Blas de Ouria y Vega de Ouria, impulsora de la petición. El roble no tiene, en estos momentos, ningún tipo de protección, por ello la intención del colectivo es "conservarlo de la mejor forma posible, y darlo a conocer".

El "carballo da capilla" impresiona por sus dimensiones. El perímetro del tronco llega a alcanzar los 4,25 metros, y su perímetro llega a ser de 1,35 metros. Se alza unos 16 metros desde el suelo, y su copa supera los 23 metros de diámetro.

Además, tiene una historia popular que lo convierte en legendario. "A principios del siglo pasado lo intentaron talar. Aquí se ve la marca", relata Rodríguez, pasando la mano por una alargada cicatriz en la corteza del roble. "Lo intentaron, pero no pudieron, porque de repente llegó una gran tormenta, que los hizo desistir, y nunca más se atrevieron a tocarlo. Es lo que cuenta la gente más mayor del pueblo", afirma el boalés.

"Nuestro interés es darle un protección, la que las autoridades consideren oportunas, y al mismo tiempo darlo a conocer. Tenemos que ofrecer al mundo lo que tenemos, ponerlo a disposición de todo el que nos visite. Lo que no se publicita, lo que no se señaliza, es como si realmente no existiera", argumenta Rodríguez.

El Ayuntamiento ha tomado nota de la reclamación vecinal, y recientemente ha instado a la Consejería de Educación y Cultura que, por su "belleza, valor histórico y cultural" se inicie un expediente de protección, para garantizar su pervivencia en el tiempo. En Vega de Ouria aguardan confiados la decisión del Principado.

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