Hace 52 años que el tren minero Vilaodrid-Ribadeo (Lugo) dejó de funcionar, pero su memoria sigue viva en la comarca del Eo. Así lo demuestra una exposición titulada "A chocolateira", como se conocía popularmente a este ferrocarril, abierta hasta mañana en Ribadeo y que está recibiendo cientos de visitas de vecinos de uno y otro lado del Eo.
La muestra forma parte de un proyecto de más envergadura, también denominado "A chocolateira", que promueven el Ayuntamiento de Ribadeo y La Caixa con el objetivo de que doce personas logren empleo. Los participantes se plantearon un reto personal y otro colectivo, que es rescatar y poner de actualidad este tren que supuso un revulsivo para la comarca occidental y que fue factor de desarrollo fundamental para los concejos lucenses de A Pontenova, Trabada y Ribadeo y los asturianos de San Tirso de Abres y Vegadeo.
"Tuvimos que pensar en un reto y se nos ocurrió apostar por la memoria histórica del ferrocarril. Lo hicimos pensando en las nuevas generaciones, que no tienen ni idea de que existió este tren y de todo lo que supuso para la comarca", explica Carmen Amor, una de las participantes en esta singular iniciativa. Asegura que la exposición, en la que se pueden ver desde maquetas del tren a fotografías y relatos de vecinos de uno y otro lado del Eo, está teniendo un éxito que no se esperaban. Estará abierta hasta mañana, pero confían en que pueda ser itinerante para que sea vista en otras las localidades donde el tren jugó un factor clave.
El proyecto "A Chocolateira" concluye en unos días, pero los participantes confían en que pueda tener continuidad y que también pueda seguir adelante este proyecto de revalorización de la línea ferroviaria, que nació para el traslado de mineral pero que durante la mayor parte de su existencia se dedicó también al transporte de vecinos.
"Nos gustaría que todo esto sirviera de estímulo e incluso que pudiera recuperarse el tren como una apuesta por el turismo de calidad y sostenible", añade Amor.
La exposición está llena de curiosidades y ha sido posible gracias a la colaboración de los vecinos y ayuntamientos de la comarca, que han cedido materiales ligados a esta vía de 34,5 kilómetros. Destacan dos maquetas del tren elaboradas por el veigueño Luis Sanjurjo, ya fallecido, y el santirseño José Alberto García Rivas, que hizo una réplica de la vieja estación de San Tirso. En la muestra también hay dos obras del pintor franquino José María Rielo sobre la vieja estación de Ribadeo.
Un trayecto del antiguo tren minero se ha convertido en la actualidad en Vía Verde, aunque el proyecto está inconcluso y el plan de los consistorios es que se pueda recorrer íntegramente todo el itinerario del viejo tren, desde A Pontenova hasta Ribadeo.
