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Tineo pueblo a pueblo

Los vaqueiros eligieron Las Tabiernas

La localidad, una braña de verano hasta hace 40 años, fue de los primeros asentamientos fijos de los trashumantes

Paco y Manuel Gayo, con su tractor. D. ÁLVAREZ

Hace unas décadas, por estas fechas, en La Tabiernas (Tineo) la mayor parte de las casas estarían cerradas o a punto de hacerlo, porque sus vecinos estarían preparándose para emprender su camino con todos sus animales y pertenencias a las brañas de invierno.

Las Tabiernas es uno de los pueblos de los vaqueiros de alzada en Tineo que comenzó a estar habitado de forma permanente a partir de la década de los setenta, cuando los vaqueiros fueron abandonando la tradición de la trashumancia, es decir, de buscar pastos para su ganado en las zonas más propicias en función de la estación del año. A Silvallana bajaban en invierno la mayoría de los pobladores de Las Tabiernas, aunque también había familias que se instalaban en Businán, Fontes, Escarden, Caborno o Aristébano.

La decisión de asentarse de manera continuada en Las Tabiernas vino propiciada por su buena situación respecto a la capital del concejo, a menos de 10 kilómetros de Tineo, y la proximidad del núcleo rural a la que ahora es la carretera general, además del buen terreno para pastos de la zona. Unas razones que pesaron frente a los duros inviernos que se debían afrontar en la braña situada a más de 1.000 metros de altitud. "Hubo un invierno muy bueno en el que empezaron a quedarse varios vecinos y detrás fue el resto, nosotros fuimos de los primeros en probar hace unos 42 años", relata Manuel Gayo.

La trashumancia es una de las tradiciones que a los vaqueiros les gusta recordar y relatar, pero sin olvidarse de recalcar "lo costoso que era el camino y realizarla", apunta Manuel Gayo, de casa Franquín. La realidad es que en muchos casos se pasaban más de cinco horas e incluso diez caminando con el ganado y la familia hasta llegar al destino por caminos, y en muchos casos teniendo que cruzar ríos. "Lo llevábamos todo, los gochos iban ya en octubre o noviembre y en algunas casas se hacían varios viajes, para llevar las ovejas y luego las vacas y, por supuesto, venían con nosotros hasta los gatos", explica Juan García, que apunta a que la llegada del tractor y posteriormente de los camiones comenzaron a facilitar el trayecto.

En Las Tabiernas ahora quedan siete casas habitadas de las 26 que llegó a haber, con una veintena de lugareños que se continúan dedicando, principalmente, a la ganadería. Aunque ya no practican la trashumancia, cada año, desde hace 29, recuerdan la tradición con una fiesta impulsada por Juan García y que se celebra el segundo fin de semana de septiembre en la Casa del Puerto.

Los vecinos presumen de su pueblo, que desde hace un tiempo se está convirtiendo en atractivo para paseantes, buscadores de setas y especialmente los amantes de la nieve. No obstante, lamentan que tengan deficiencias como la poca cobertura de telefonía y la mala señal de televisión.

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