El concejal de Cultura de Vegadeo, Abel Pérez, presentó ayer su renuncia a formar parte del Grupo municipal Socialista y su solicitud para pasar a ser concejal no adscrito de la Corporación veigueña. Pérez, hasta ahora mano derecha del alcalde socialista, César Álvarez, "Mourelle", explica que ha tomado esta decisión porque no se siente representado por la recién constituida gestora local del partido, conformada por Manuel Abuín como presidente y Servanda García y Juan Santiago como vocales.

El concejal, que se presentó a las elecciones como independiente, deja claro que en ningún caso existe problema alguno con el equipo de gobierno, ni tampoco con las siglas del PSOE, pero sí con el equipo elegido para capitanear el partido en Vegadeo tras la dimisión, el pasado octubre, de Carlos Iglesias como secretario general. "Muestro mi disconformidad hacia las formas y modos internos de la gestora y no estoy dispuesto a permitir injerencias. Yo no estoy afiliado, pero no me veo representando por esta gestora y pongo en tela de juicio que representen el futuro del partido. Espero que esto sirva para abrir un debate", explica Pérez.

En el transfondo del asunto está la decisión del gobierno local de convertir el Centro de Iniciativas Empresariales (CIEV) en albergue, un proyecto que no fue bien visto en el seno de la agrupación socialista. Pérez considera que el gobierno está legitimado para tomar decisiones y no ve adecuadas injerencias por parte de la agrupación local. También reclama más diálogo y relación entre la agrupación y las personas que están el gobierno. Sin embargo, desde la gestora niegan injerencia alguna y muestran su sorpresa con esta decisión de Pérez, que no entran a valorar.

Pérez, que tiene una liberación parcial y es teniente de Alcalde y se ocupa de Cultura, Educación, Turismo y Festejos, no renunciará a su acta de concejal y se muestra dispuesto a seguir trabajando con el gobierno si así lo decide el equipo. El Alcalde, al que Pérez informó previamente, pide tiempo para "gestionar el asunto con tranquilidad y paciencia", antes de tomar decisiones sobre cómo esto afecta al gobierno veigueño.