El mundo rural, el día a día en los pueblos y en las ganaderías y los problemas a los que se enfrentan los ganaderos de forma cotidiana han traspasado los cierres de las fincas y llegado a las aulas del Instituto Concejo de Tineo gracias a los relatos escritos por un grupo de alumnos que una de sus profesoras, Ana Belén Menéndez, ha decidido bautizar como "Jóvenes paisanos".
Sus vivencias y experiencias como parte de las ganaderías que regentan sus padres les han servido de inspiración, y con sus escritos se han alzado como una voz crítica de la situación que atraviesa la zona rural asturiana.
"Nuestro cuento fue hecho con la intención de hacer una crítica a todas las desfachateces que nos hacen a los ganaderos personas que viven rodeadas de hormigón y que se atreven a juzgar a los que vivimos en el zona rural, a los que sabemos los daños que causa el lobo y lo mal pagados que están", expresa Ángel Villarejo, autor junto a Raúl Fernández y Manuel González, los tres alumnos de cuarto de Educación Secundaria; del cuento "Corrupción nel ganzo". Un relato que narra cómo un pastor pierde a manos del lobo varias de sus cabras y se encuentra con las pegas de la Administración para cobrar una compensación.
Ataques del lobo
Los ataques de lobo fueron este año un tema recurrente entre los jóvenes escritores, y se repite en los cuentos de José María Parrondo y Adrián Mayo. La explicación está en que "es una situación que últimamente se vive todos los días en los pueblos y nosotros conocemos bien lo que es estar noches en vilo o ver cómo un animal sufre después de un ataque", explican.
Pero otras veces acercaron a los lectores al parto de una vaca, a la aparición de nuevos vecinos en el pueblo que no respetan las propiedades del resto o a la necesidad de terrenos que tienen los ganaderos y los problemas para arrendarlos a sus propietarios.
Temas cotidianos sobre los que les animó a escribir su profesora de llingua asturiana, Marta López, de cara al certamen literario en asturiano "César Feito" que promueve el Ayuntamiento de Tineo. Gracias a los que año a año se realiza un retrato costumbrista del mundo rural a través de la literatura, que permite a los ajenos acercarse a la forma de vida en los pueblos y que para las profesoras necesita encontrar un cauce para hacerse valer.