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La bolera occidental

El vaqueiro conquista el Mediterráneo

La expedición de la modalidad asturiana brilla en el Festival internacional de juegos tradicionales de Barcelona

Un visitante del festival practicando bolo vaqueiro en una plaza del barrio de Sant Andreu. REPRODUCCIÓN DE L. B.

La pasión por el bolo vaqueiro se extiende, desde el pasado fin de semana, hasta el Mediterráneo. La modalidad asturiana de la familia de los pasabolos representó con gran éxito a la región en el Festival de juegos tradicionales DAU organizado por el Ayuntamiento de Barcelona en colaboración con la Generalitat de Cataluña en las plazas y espacios públicos del barrio de Sant Andreu.

La cita alcanzó este año su quinta edición y, a pesar de su juventud, ya se ha consolidado como una referencia en lo que respecta a festivales europeos de juegos. Nacida en un principio como una manera de reunir a representantes de los juegos de mesa contemporáneos, los juegos de autor y las editoriales de juegos, con el paso de los años se amplió al juego popular y tradicional.

Es en este último apartado en el que participó la expedición asturiana encabezada por el presidente de la Asociación de Bolo Vaqueiro, Francisco Álvarez, que se desplazó hasta la ciudad mediterranea junto a Rafael Boto, presidente de la peña Naviego; Toño Aumente, miembro de la peña Rengos y monitor de la asociación; Paco Combarro, de la peña Genestoso, y el investigador Carlos Suari.

En total, tomaron parte en el evento siete regiones europeas: Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares, Rodez-Aveyron, Verona-Veneto, Eslovenia y este año, por primera vez, Asturias, como invitada especial por parte de la organización y con el bolo vaqueiro como exponente de un caso de modalidad recuperada gracias al esfuerzo de una comunidad como es la del suroccidente del Principado. El número de localidades representadas fue de 20, mientras que el total de especialidades exhibidas fueron 25 y más de 200 jugadores o monitores participaron en las explicaciones y demostraciones de sus particulares prácticas.

Curiosamente, la presencia de Asturias responde a una excepción, pues, en principio, el festival busca reunir juegos vinculados a los conocidos como países catalanes, aunque en este caso la cita quiso escuchar la experiencia del bolo vaqueiro de la mano de los principales artífices de su recuperación a finales del siglo pasado, después de que hubiese estado a punto de desaparecer y cuando su práctica se limitaba a algunas fiestas locales.

La apuesta por el bolo vaqueiro resultó todo un éxito, pues la bolera portátil instalada en Sant Andreu fue, sin duda, uno de los rincones más visitados de todo el festival. "Al igual que ya nos ocurrió en más festivales, fuimos los últimos en marchar porque la gente se engancha a tirar y no para", explica el propio Francisco Álvarez, que es un fijo en todos los festivales a los que la modalidad es invitada a participar.

Sin embargo, la actividad no se limitó a la bolera, sino que se llevó también a los foros de discusión. En los mismos tomó especial protagonismo el investigador asturiano, Carlos Suari, quien participó en una mesa redonda sobre juegos tradicionales en la que repasó su experiencia sobre la relación existente entre los juegos tradicionales y los medios de comunicación como autor de varias obras especializadas y director de programas televisivos sobre estas disciplinas minoritarias.

Muy satisfecho de la representación asturiana se mostró uno de los promotores de un evento en el que tiene cabida media Europa. "Hemos podido ver asturianos y uno de sus juegos más representativos en una cita de carácter internacional", señaló el presidente de la compañía de juegos L'Anónima, Víctor Baroja, que es uno de los principales artífices de este encuentro cultural, en el que, recalcó, el bolo vaqueiro acudió "como invitado de honor".

La valoración de la expedición asturiana no pudo ser más positiva, pues sus componentes consideran que la gran aceptación e interés mostrados por el vaqueiro por visitantes y practicantes de otras disciplinas son motivos más que de sobra para estar satisfechos.

"Participar en estas citas siempre es un éxito porque permite el intercambio de experiencias lúdicas ricas y variadas", explica Paco Álvarez.

Una prueba más de que el bolo vaqueiro no es una modalidad convencional, que se limita a organizar competiciones, sino que también promueve los intercambios que potencien su catalogación como bien cultural. Un empeño que sin duda supone un gran empujón para el procedimiento abierto por la administración regional para declarar los bolos Bien de Interés Cultural (BIC).

Del mismo modo, iniciativas como estas refuerzan el empeño de un grupo de gente que, año tras año, hace que el bolo vaqueiro esté presente en diferentes encuentros de gran relevancia para recordar que está muy vivo. Por ello, desde hace varios años los miembros de la Asociación de Bolo Vaqueiro han recorrido diferentes regiones y países españoles y europeos trasladando su mensaje de que el mantenimiento de estas manifestaciones deportivas y culturales es posible. Un hecho que ha sido posible gracias a su presencia en la Federación Europea de Juegos Tradicionales, siendo la única modalidad y el único juego popular asturiano presente en el organismo.

Por otro lado, el viaje a Barcelona supone el último acto oficial de los marcados para el presente año. Una temporada en la que la actividad deportiva se ha mantenido en el mismo nivel que en los últimos años a pesar de las dificultades que entraña mantener la categoría en unos concejos como los asturianos de Cangas del Narcea, Degaña e Ibias, y el leonés de Laciana, en los que la caída de la actividad minera se ha visto traducida en una gran pérdida demográfica que afecta especialmente a los jóvenes que, en algunos casos, juegan a los bolos.

De todas formas, el balance general del bolo vaqueiro para este año que está a punto de terminar es satisfactorio, aunque para el que viene se espera seguir trabajando para superar los principales problemas detectados, como la escasez de recursos con los que la Federación Asturiana dota la modalidad.

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