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Luarca, edén de la camelia

El jardín de La Fonte Baixa posee la mayor colección europea de estas flores, que en diciembre están en plena floración

Camellia Nixon. A. M. SERRANO

Dice José Manuel Alba que el invierno también es época de flores. Sólo hay que recorrer los jardines de La Fonte Baixa de Luarca para ver la cantidad de camelias que florecen en este tiempo. Hay muchas, y todas tiene su particular historia.

José Manuel Alba es en Luarca el jardinero y "cuidador" de estas flores con historia milenaria y nombres de personajes históricos. El jardín tiene el récord de concentración de camelias de Europa: 10.000 ejemplares de 287 variedades. Se trata de un arbusto, a veces árbol, que da flor de diciembre a mayo. En el mundo hay 34.000 variedades "y cada año aparece una". "Es una flor singular, de coleccionista, y en Luarca tenemos la suerte de tener un kilómetro de arbustos de camelia en línea", dice Alba. En el jardín luce una camelia de más de 300 años y otras tienen unos 100.

La flor se marchita con facilidad, "pero el arbusto sigue dando flor constantemente", señala el jardinero. Y esta época del año es la mejor para ver camelias en flor.

Todas se encuentran en un jardín con miles de árboles y otras plantas llegados de distintos puntos del planeta. En total, el jardín tiene 20 hectáreas o, lo que es lo mismo, una extensión de 20 campos de fútbol. Cada estación tiene su atractivo, y en invierno destacan las camelias. Cuenta José Manuel Alba que esta flor está rodeada de historia. Coco Chanel la solía poner en la solapa de las chaquetas. "La gente se acercaba a oler la flor, pero lo que percibía era el perfume de la mujer porque la camelia no huele", explica.

No huele, pero sí luce mucho. Tiene colores intensos y hoy en día los coleccionistas buscan las que son más especiales por su color o por su forma. Otros profesionales de la floristería empiezan a indagar salidas diferentes para esta singular flor. "Gracias a algún elemento químico, se pueden conservar un poco más y ya hay parejas que hacen el ramo de novios con camelias", señala José Manuel Alba.

Las camelias del jardín conviven con otras especies. El conjunto tiene distintos colores a lo largo del año. Lo habitual, hasta hace un año, era que las visitas se concentraran en primavera, "pero ya notamos más afluencia en otoño". El espectador se encuentra con estampas de color ocre o rojizo, "que suelen encantar". "Ahora en invierno, las visitas no cesan, la gente está muy interesadas por la camelia, que es un árbol y una flor con mucha historia", cuenta Alba. Esta flor entró en Europa por Portugal, en el siglo XVII, de la mano del misionero Georg Josephus Kamel.

El jardín de La Fonte Baixa está abierto al público todos los días del año y sólo hay que llamar al teléfono 678 865 276 para concertar una visita, que dura tres horas y es guiada por el jardinero. El precio de la entrada son cuatro euros. "Es simbólico, sirve para mantener el jardín en buen estado", explica José Manuel Alba. En él trabajan todo el año cuatro personas, a las que se suman otros profesionales si se requieren tratamientos especiales. La especie con más años es un algarrobo de 1.017 años que llegó de Valencia. La última planta se compró en Malasia y todavía no se ha plantado.

El conjunto crece cada año y la disposición de las plantas y árboles es obra de su mentor y propietario, José Rivera, afincado en Madrid. Estuvo en venta por nueve millones de euros, pero no se encontró comprador.

En cuanto a las camelias, José Manuel Alba espera recuperar el certamen dedicado a estas flores que se celebró durante dos años. No volvió a organizarse por falta de financiación. "Tenemos contactos con especialistas, pero no hay nada definitivo", manifiesta el jardinero.

En Asturias, Turón y Corvera organizan encuentros con la camelia como protagonista.

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