Sumidos en el silencio, con una profunda tristeza, cientos de personas despidieron ayer a Manuel Oviaño Cangas, "Colás", de 56 años y teniente de alcalde de Ibias por el PSOE, que falleció el pasado sábado al despeñarse con el vehículo que conducía, por causas que se desconocen, en el transcurso de una cacería. Unas cien personas participaron en el cortejo fúnebre desde el velatorio a la iglesia parroquial de San Antolín para acompañar a la familia de Oviaño, portando los numerosos ramos y coronas que amigos y compañeros quisieron llevar para rendirle homenaje. En el templo, que se quedó pequeño, esperaban otros cientos de personas.

"Era una persona excelente, ya no por la actividad pública que desarrolló, sino como vecino", comentó Elvira Álvarez minutos antes del funeral. La vecina del concejo destacó la parte más humana de Oviaño, a quien se le podía requerir para cualquier cosa. Siempre dispuesto y entregado: "Le vamos a echar mucho de menos".

Y es que lo más destacado entre los ibienses, más allá de su labor política, fue precisamente su papel como vecino. "Se fue el mejor, el que ayudaba a todo el mundo", acertaba a decir Manuel Vega con la voz entrecortada. Todos estaban muy afectados por la pérdida, entre la incredulidad y la pena.

Oviaño, que deja mujer y dos hijos, era un gran aficionado a la caza. Su mayor pasión. Fue en medio de una montería donde encontró la muerte, al caer con el todoterreno que conducía 600 metros de desnivel, en una pista entre las localidades de Uría y Mourentan, en el concejo de Ibias. Sus compañeros habituales de cacería también acudieron a despedir a Oviaño a San Antolín, así como miembros de otras cuadrillas de la zona. La entrada del féretro a la iglesia parroquial fue un momento de mucha emoción para los presentes. Muchos de los que se acercaban a abrazar a los familiares regresaban con el gesto triste y muchos con lágrimas en los ojos. "Lo conozco de hace muchos años, siempre que nos veíamos charlábamos un rato y quería acompañarlo en su último viaje", afirmó Paulino Rodríguez. También Antonio Busto acudió a San Antolín a despedir a Oviaño porque "era un hombre muy servicial y siempre dispuesto para organizar eventos", comentó.

Al funeral de Oviaño también asistieron los alcaldes de Cangas del Narcea, Degaña y Tineo y concejales del Ayuntamiento de Allande. También asistió la consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez, en representación de la Federación Socialista Asturiana (FSA).