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Destapan pinturas del siglo XVI en la iglesia canguesa de Cibuyo

"Es muy singular por la iconografía y el tipo de representación", destaca el restaurador de la escena del apocalipsis

Una representación del apocalipsis se ha escondido durante años debajo de las siete capas de cal que recubrían la bóveda situada sobre el presbiterio de la iglesia parroquial de Cibuyo, en Cangas del Narcea, y que ahora ha salido a la luz gracias a unos trabajos de restauración que ha promovido el párroco, Juanjo Blanco.

Fue en verano cuando el sacerdote decidió que era el momento de descubrir las pinturas que se encontraban bajo la capa de cal que cubría el techo y que años atrás ya había provocado la paralización de las obras de pintado previstas para la iglesia, quedando la idea de la restauración del mural en solo un proyecto. El pasado mes de diciembre se pudieron iniciar las obras y el resultado está siendo de lo más positivo.

Con buena parte del mural descubierto se puede apreciar una representación del apocalipsis que podría datar de finales del siglo XVI. A un lado el cielo, en el contrario el infierno y sobre esas imágenes los cuatro evangelistas (San Lucas, San Juan, San Mateo y San Marcos) con su tetramorfos (el toro, el águila, el hombre y el león, respectivamente). Presidiendo la escena, aunque tapado por el retablo, se sabe que está la imagen de un pantocrátor.

"En Asturias hay bastante producción de este estilo de pinturas, pero estas son muy singulares por la iconografía y el tipo de representación", explica el encargado de la restauración, Jesús Puras. Se refiere a que los dibujos de los cuatro tetramorfos muestran, en sus bocas los que son animales y en la mano el hombre, un objeto que no se ha identificado y que según Puras no se ha encontrado en otros lugares. Para el sacerdote, puede ser una referencia a un frasco de perfume que aparece recogido en el apocalipsis.

"Es una obra muy interesante, es un sitio que estaba tapado, que ya estaba feo, ennegrecido, y con esta actuación se va a recuperar la dignidad de la iglesia, que es un conjunto histórico muy bonito, rico en historia y patrimonio", apunta el cura.

El presupuesto para recuperar las pinturas ronda los 30.000 euros y la mitad ha sido subvencionado por la convocatoria de ayudas de la Consejería de Cultura, algo con lo que el párroco está muy agradecido, así como con la implicación de los vecinos de la parroquia, que, junto con el Obispado, aportan el resto de la financiación.

"El pueblo y la parroquia se están portando muy bien, están muy interesados en estas obras, a las que se sumará la restauración exterior de la iglesia y la colocación de piedra en el presbiterio para devolverle su estado original", explica el sacerdote, que quiere convertir Cibuyo en su buque insignia para promover restauraciones en otras iglesias. La recuperación de las pinturas se alargará hasta finales del mes de febrero o inicios de marzo.

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