Carmen Fernández va a lo seguro. Cuando acude al colegio Ramón de Campoamor a dejar o recoger a sus hijos, aparca el coche en la estación de tren, a unos doscientos metros. "En la hora de entrada y salida, es imposible encontrar un hueco", explica. Como ella, muchos padres y madres del centro ven problemas en la entrada y salida de los escolares, como una acera demasiado estrecha, una salida pequeña para todo el volumen de gente, y riesgo con la carretera al lado. Y si llueve, "esto es un caos", lamentan. Es por ello que la asociación de madres y padres (AMPA) ya ha trasladado varias peticiones a la comisión encargada de mejorar la seguridad en estos accesos, y espera que las soluciones lleguen en unos pocos meses.
Hay más padres que se quejan de la falta de aparcamiento: "Hay gente que trae a los niños a las nueve de la mañana, deja el coche aparcado aquí y viene a las dos a por él", afirman. Estacionar en las plazas reservadas al autobús no está permitido, obviamente, ni tampoco en doble fila, aunque sea sólo un momento. "Entre nosotros hablamos de que una buena idea sería abrir el prado que tiene el Manuel Suárez, que es muy amplio, para estos diez minutos por la mañana y por la tarde, pero ya nos han comunicado que eso es imposible", incide otro padre, en referencia al instituto que hay frente al colegio, cerrado desde hace décadas.
La escasez de espacio para aparcar no es el único problema. "A veces se genera un poco de lío, porque los padres de Primaria tienen que esperar fuera del recinto, y los de Infantil pueden estar en el patio. A la salida, y si llueve, junto con los carritos y todo, pueden darse situaciones difíciles", apunta Carmen Fernández. "Si llueve, esto es un caos, un desastre. Se necesitan mejoras cuanto antes", refiere otro de los padres que acuden al Ramón de Campoamor a recoger a sus hijos. La AMPA ya ha dado traslado de esta situación, y la problemática se trata de solucionar en la comisión creada a tal efecto, que se reunió por primera vez esta semana: "Sólo tenemos una pequeña salida para todo el volumen de gente que se junta aquí en ciertos momentos, entre niños y padres, los del transporte y los de Navia. En el consejo escolar hablamos de intentar dividir un poco la salida de los niños", señala Débora Méndez, representante del AMPA. De este modo, se ha realizado una propuesta para instalar una segunda puerta, y que los niños del transporte puedan acceder más fácilmente, y sin riesgos, a la zona de aparcamiento de los autobuses.
También está previsto ampliar la acera frente a la puerta, que se queda estrecha. Serán unos doce metros cuadrados más, que permitirán una mayor comodidad, y más seguridad en las horas punta. "No queremos que haya más presión por parte de la Policía Local. Poniendo un poco de voluntad cada parte nos arreglamos en esos diez minutos", incide Méndez, que confirma que la posibilidad de acceder al terreno del Manuel Suárez es "inviable".
Así las cosas, las obras podrían quedar resueltas para después de Semana Santa, según calcula la AMPA. Además, se seguirá con las reuniones de la comisión, participada por partidos políticos, el arquitecto municipal y la Policía Local, para analizar y debatir nuevas actuaciones.
