El Principado ha recogido desde el pasado octubre un total de 4.000 kilos de patata dañada en el entorno del Eo. La medida se puso en práctica a finales de año con el doble objetivo de, por un lado, garantizar la erradicación de la patata y, por otro, compensar a los cultivadores por las graves pérdidas registradas en la cosecha (cada kilo de patata dañada se pagó a 0,30 euros).
En el paquete de medidas puestas en marcha por la administración regional también se incluyó el reparto de trampas para la captura y detección de la polilla y la realización de charlas informativas para concienciar a los productores. El director de Desarrollo Rural, Jesús Casas, explica que, además de las trampas instaladas en la zona afectada, se colocó una red de trampas por toda Asturias para detectar el avance de la polilla. Gracias a estos sistemas se ha registrado la presencia del lepidóptero en Taramundi, Navia, Valdés y Cudillero.
La polilla es originaria de Guatemala, desde donde se expandió a América del Sur, provocando graves pérdidas económicas. En 1999 se registró por primera vez en Europa, concretamente en Canarias, adonde se sospecha que llegó por la importancia ilegal de tubérculos procedentes de América del Sur. Durante más de una década estuvo aislada en el archipiélago hasta que en 2015 se detectó en Galicia, lo que supuso su primera cita en la Europa continental.
En la comunidad gallega hay diecinueve concejos con presencia contrastada de la polilla y once con presencia esporádica, y se han retirado unos 5.000 kilos de patata dañada. Por su parte, Asturias tiene tres concejos con presencia contrastada y cuatro con presencia esporádica.
