El deporte amateur se coló ayer en las aulas del colegio castropolense La Paloma, de la mano del duatleta gallego Brais Cupeiro y del triatleta asturiano Benito Soler, que pusieron sobre la mesa los valores de la práctica deportiva y dieron una auténtica lección de superación.
Explica el técnico de deporte del Ayuntamiento de Castropol, Joaquín Bustelo, que la actividad se planteó con el objetivo de dar a conocer el duatlón y el triatlón, pero también de acercar a los niños "a deportistas de la calle, para que puedan convertirse en sus referentes en vez de Ronaldo o Messi". Ambos deportes viven un buen momento y se busca crear cantera aprovechando dos circunstancias: esta es la segunda temporada que Brais Cupeiro compite con el club local "Castropol Deporte" y este año Soler, junto al luarqués Héctor Secades, va a organizar un triatlón en el entorno de la playa castropolense de Arnao.
Las historias personales de Cupeiro y de Soler no tienen desperdicio. El primero, militar de la Armada, se ve obligado a entrenar en las embarcaciones en las que trabaja. Corre por la cubierta de vuelo y hace rodillo en la lavandería del barco, y aun así logra excelentes resultados en las pruebas de duatlón en las que participa. Por su parte, a Soler los médicos le prohibieron hacer deporte tras detectarle una grave lesión, pero no se rindió y encontró en el triatlón la fórmula ideal para mejorar. "Quiero contar a los chavales cómo me ayudó el deporte y que con trabajo, constancia e ilusión se puede conseguir todo lo que te propongas", apunta.