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Ex director general de la Marina Mercante

El galeón hundido en Luarca

El puerto valdesano fue el final de uno de los barcos construidos en el siglo XVI para una incursión en las islas Molucas

El galeón hundido en Luarca

A través de los Archivos de Indias he podido saber que el puerto de Luarca fue escenario del hundimiento de un galeón de la flota que había dispuesto Carlos V para ir a las islas Molucas o islas del Moluco, más conocidas como las islas de la Especiería (Halmahera, Ternate, Tidore, etc.), situadas al sur de Filipinas, que eran famosas por producirse en ellas el clavo, la nuez moscada y otras especias, cuyo valor en occidente se decía en el siglo XVI que superaba el de su peso en oro.

Los marinos civiles portugueses fueron los primeros europeos en arribar a la Especiería en 1512.

Carlos V, desde su llegada a España en 1517, mostró un especial interés por aquel archipiélago, razón por la que encarga al capitán de la Marina Civil, Fernando Magallanes, una expedición a tan remotos parajes en el año 1519. Lamentablemente, Magallanes fue asesinado por los nativos, lo que dio lugar a que el capitán Juan Sebastián Elcano le sustituyese en el mando y consigue llegar a Sevilla en 1522, después de haber completado la vuelta al mundo. Elcano culminó su periplo con tan solo una de las seis naves que habían iniciado el viaje y con muchas bajas en la tripulación, aunque con unos buenos resultados económicos.

Disputa con Portugal. Portugal, en contra de lo que sostenía Carlos V, consideraba que las islas Molucas estaban situadas en su zona de jurisdicción, en base al Tratado de Tordesillas (1494). Con el fin de dirimir este asunto, en 1524 españoles y portugueses celebraron las Juntas de Badajoz y Elvas, para determinar la longitud del antimeridiano (meridiano de Tordesillas más 180º) y así poner fin al conflicto jurisidiccional entre España y Portugal en el lejano oriente, pero no hubo acuerdo.

El meridiano de Tordesillas tenía una longitud aproximada de 60º Oeste, por lo que la jurisdicción española (sumando 180º al meridiano de Tordesillas) se extendía hasta los 240º o 120 E. Ello significaba que las islas de la Especiería se encontraban dentro de las aguas de dominio español.

Otras expediciones. Fracasadas las citadas Juntas de Badajoz y Elvas, el 24 de julio de 1525 zarpa desde La Coruña con destino a las Molucas una nueva expedición al mando de García Jofré de Loaysa. En la travesía oceánica perecerían el propio Loaysa y Juan Sebastián Elcano.

El 3 de abril de 1526 zarparía otra expedición con el mismo destino, bajo el mando Sebastián Cabot, sin llegar a su destino.

Además de las citadas hubo otras más.

Tratado de Zaragoza. En 1529, Carlos V firma el tratado de Zaragoza, por el que España renuncia a los derechos sobre las Molucas a cambio de 350.000 ducados de oro.

Expedición de Simón de Alcazaba. Tal fue el empeño de Carlos V en aquellas islas que ya en 1522 había firmado unas capitulaciones con el capitán Simón de Alcazaba. Este era un afamado marino que había navegado con las flotas de Portugal por el lejano oriente, y era además un gran cosmógrafo, siendo así que fue designado por España para participar en las Juntas de Badajoz y Elvas. La misión principal de Alcazaba era organizar una nueva expedición náutica al Moluco. Para llevar a cabo dicha misión, S. de Alcazaba inicia la construcción de varios galeones en La Coruña y fleta, en Bilbao, a Sancho de Garalde, varias zabras y un galeón, que navegan desde Bilbao a La Coruña, pero con la mala fortuna de que a la entrada del puerto de Luarca el galeón se hunde, perdiéndose la mercancía. Por ahora, se desconoce la posición exacta del naufragio y si el galeón pudo o no ser rescatado posteriormente. Existen documentos que acreditan que la corona entregó a Simón de Alcazaba una suma importante de dinero para recuperar el barco y sus mercancías.

En caso de que el pecio hubiese permanecido en el lugar del hundimiento, su localización será difícil por los múltiples cambios que ha sufrido el puerto de Luarca y su entorno próximo desde el primer tercio del siglo XVI a esta parte. En cualquier caso, puesto que el tema resulta de un gran interés para Asturias y para la Marina Civil, sería deseable que este primer avance pudiese ser desarrollado y completado en el futuro.

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