La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un viaje del pupitre a la Luna

Escolares del colegio Carlos Bousoño de Boal disfrutan del espacio mediante las tecnologías de realidad virtual

Dos terminales móviles con la aplicación de realidad aumentada. REPRODUCCIÓN DE G. G.

Abrocharse el traje de cosmonauta, agarrarse fuerte al asiento de la nave y alunizar en el satélite de la Tierra, en un terreno en el que pocas personas han pisado, son algunas de las experiencias que los escolares del colegio Carlos Bousoño de Boal han disfrutado esta semana, como parte de la expedición a la Luna de la misión "Apolo XV". Al menos, han sentido lo mismo que los astronautas que realizaron aquel viaje por el espacio en 1971. Todo gracias a las nuevas tecnologías y a la aplicación de un programa de realidad virtual y aumentada, que puede convertirse en una herramienta común en las aulas del futuro. Unas gafas especiales y un dispositivo móvil son lo único necesario para embarcarse en estas aventuras.

El centro boalés fue pionero en probar el proyecto "Educo Explora". En los próximos meses se extenderá a otros colegios y centros de enseñanza de toda la región. El programa fomenta el "aprendizaje significativo, la aplicabilidad de las nuevas tecnologías a la enseñanza y el desarrollo de las competencias clave", tal y como explica Diego Pastrana, maestro del centro boalés y miembro del departamento de innovación de Educo.

"La educación está ahora enfocada al desarrollo de competencias, en preparar a los niños para la vida adulta. La competencia digital es ya una realidad, y está aceptado que tanto la realidad virtual como la aumentada se aplicarán en unos años a la vida diaria, y con ello se abrirá un mercado laboral de desarrollo de aplicaciones de este tipo", asegura.

Por un lado, gracias a la multitud de posibilidades que se pueden generar, los alumnos de Secundaria, además del viaje a la Luna, pudieron meterse en la "piel" de una molécula de oxígeno y viajar por el interior del cuerpo humano. Los de Primaria se trasladaron hasta el interior de un volcán y lo hicieron entrar en erupción. "Se puede viajar a cualquier lugar, al sistema solar o a las profundidades del mar. Muchos museos del mundo ya se pueden visitar a través de este medio, y también es posible montarse en una máquina del tiempo y llegar al Jurásico y ver pasear a los dinosaurios", apunta el maestro.

Además, se cuenta con la participación activa y la buena predisposición del alumnado, lo que favorece el aprendizaje. "Con este tipo de actividades se motivan mucho, y están más abiertos a aprender. Pueden ver de una forma diferente lo que estudian en los libros, es más vivencial, disfrutan de ese paso a las tres dimensiones", concluye Pastrana.

Compartir el artículo

stats