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La pirámide, clave de la dieta saludable

El último modelo alimenticio: aumentar el consumo de cereales integrales, frutas y verduras, y reducir el de carne roja y azúcares

Nancy Pérez, junto a la pirámide alimenticia. G. GARCÍA

Las recomendaciones so+bre cuál es la alimentación más saludable cambian a medida que las investigaciones científicas avanzan, descubriendo nuevas propiedades de los productos que se llevan a la mesa. El último modelo que se promueve desde los estamentos sanitarios es el creado por la Escuela de Salud Pública de Harvard (Estados Unidos), que propone aumentar la dosis de cereales integrales, fruta y verdura, y rebajar la cantidad de patata, lácteos y carnes rojas en la dieta diaria. "Comer bien no es difícil. Lo principal es crear un hábito, una costumbre que nos permita tomar alimentos más saludables y de una forma más sencilla", explica Nancy Pérez, enfermera en el consultorio de Boal.

Una de sus labores es inculcar entre la población del medio rural unos hábitos alimenticios saludables. "El principal problema que detectamos en la zona es que el desayuno no se tiene en cuenta. O no se hace o es muy ligero. Es algo que debemos cambiar", asegura Pérez, que también incide en la gran cantidad de carne roja que se toma. "Es cierto que cada vez más vemos patologías relacionadas con un exceso de consumo de este tipo de carne", incide la enfermera. Por ello, trata de difundir este modelo de la pirámide ideado en Harvard, que ha sido elaborado a través de métodos científicos.

La pirámide nutricional muestra aquellos alimentos que se recomienda tomar con mayor frecuencia en la base. Progresivamente, se va reduciendo la cantidad recomendada en el periodo de una semana hasta el vértice, en donde se hallan los alimentos que deberían tomarse tan solo una vez. Seguir estos consejos garantiza una dieta equilibrada, ideal para todo tipo de públicos.

"En la base, y principal, está el ejercicio físico, si es posible de forma diaria. Mantener un peso adecuado es muy importante", recalca Nancy Pérez. Una vez sentados en la mesa, se recomienda tomar al menos cinco raciones de fruta y verdura al día, y "aunque puedan parecer muchas, si son variadas se logra", dice la enfermera de Boal. Apunta, además, que la verdura no es solo "lo verde", sino que existe una gran lista de opciones para seleccionar y cocinar la que mejor siente a cada persona.

También son básicos los cereales integrales, que aportan hidratos de carbono de absorción lenta, como el arroz u otro tipo de harinas. "Es importante que sean integrales, ya que permiten una absorción lenta, más sostenida que la de los hidratos refinados", subraya Pérez. El aceite, que sea de oliva o de girasol, evitando en la medida de lo posible otros aceites o grasas vegetales, como el de palma, que viene incluida en una gran cantidad de productos elaborados.

Un peldaño más arriba, de tres a cinco veces a la semana, están alimentos como las legumbres, los huevos y el pescado. "Son alimentos que aportan una proteína muy buena, a tener muy en cuenta en el menú diario. Hay que recuperar productos como las lentejas, los garbanzos y las fabas", incide la sanitaria, que también incluye en este grupo otros portes de proteínas, como son las carnes blancas del pollo y el pavo. También los frutos secos.

Siguiendo en el ascenso hasta lo alto de la pirámide, el siguiente paso es el que forman los lácteos (no más de dos raciones al día) y la patata, "que están controlando mucho, porque la consideran un aporte de hidratos de rápida absorción". Asimismo, "hay estudios que aseguran que es un factor que hace aumentar la tensión arterial", añade.

Y para rematar, en la cúspide, en la lista de aquello que solo se debería tomar una vez a la semana, están los embutidos, las mantequillas, las bebidas azucaradas y los dulces, y los productos refinados, tales como el arroz o los cereales blancos. Se incluyen, además, las carnes rojas.

El plato ideal, resume Nancy Pérez, estaría formado por "frutas y verduras en un cincuenta por ciento, cereales integrales un cuarto, y proteína saludable el otro cuarto". Una receta sencilla, sana y sabrosa al mismo tiempo.

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