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El Alejandro Casona, apto para celiacos

Los alumnos del centro cangués aprendieron a identificar una dieta sin gluten en un taller de celicidad.net

Lorena Pérez, de pie, con los niños María Carro, Edgar González, Aitana Barrera, Celso Álvarez y Piero Menéndez en la presentación de los menús sin gluten. D. Á.

Una macedonia o ensalada de frutas, pescado al horno y un cocido son algunos de los platos imaginarios que los alumnos del colegio público Alejandro Casona de Cangas del Narcea han preparado para sus compañeros celiacos. Ayer los estudiantes y profesores del centro vivieron una jornada de aproximación a la enfermedad que causa la proteína del gluten de la mano de la periodista canguesa Lorena Pérez, directora de la página web celicidad.net, dedicada a la celiaquía y a la dieta sin gluten.

En Cangas del Narcea y los concejos limítrofes se calcula que la incidencia de la enfermedad triplica la media del resto del país, por lo que el tema no era nuevo para la mayoría de los escolares. Seis de los participantes en los talleres eran celiacos y buena parte del resto de alumnos confesaron tener algún familiar con intolerancia al gluten. Por ello, el taller fue muy valorado, especialmente por los celiacos.

"Me gustó mucho porque hay niños que no saben lo que es y así pueden ayudar a sus familiares a tener cuidado con lo comen", explica Paula Álvarez, alumna de quinto. Sus compañeras Naiara Menéndez y Alejandra Menéndez esperan que el taller sirva para concienciar a sus compañeros sobre su enfermedad: "Algunos no entienden por qué tenemos que tener cuidado con lo que comemos; ahora saben lo importante que es no contaminar nuestra comida".

Precisamente, en la contaminación cruzada de los alimentos hizo hincapié Lorena Pérez en su charla, en la que advirtió a los pequeños que después de tener en sus manos alimentos con gluten no deben tocar la comida de sus compañeros celiacos o que también deben tener cuidado de no salpicar sus platos con migas de pan o de galletas. "Cuando ingerimos aunque sea un poquito de gluten nos ponemos muy malos y por dentro nuestro sistema inmunitario se vuelve loco y nos lesiona", explica Lorena Pérez, que también es celiaca.

El único antídoto contra la celiaquía es la dieta sin gluten estricta y de por vida, ya que la enfermedad, hasta el momento, no tiene cura. Aun así, algunos alumnos reconocieron haber visto cómo sus familiares se la saltaban en algunas ocasiones, algo que para la directora de celidad.net es un acto muy grave porque "aunque la enfermedad no se manifieste con dolor, el sistema inmunitario está actuando y lesiona el intestino y el hígado, entre otros órganos, y llega un momento en el que se agota, deja de absorber nutrientes y comienzan los problemas graves".

La enfermedad suele manifestarse en niños con síntomas reconocibles y característicos, como delgadez, tripa hinchada, problemas de crecimiento, cansancio, diarreas y vómitos. Aunque también se pueden dar casos sin manifestaciones visibles; por eso Lorena Pérez recomienda que,"si en una familia hay algún celiaco, el resto lo tenga en cuenta porque la intolerancia al gluten requiere predisposición genética y en una familia donde hay un celiaco suele haber más".

Además de talleres, Pérez ha realizado una guía de la enfermedad para centros escolares con la idea de "normalizar" la vida de los niños celiacos y ayudar a los profesores a gestionarlo.

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