"Te voy a despellejar como el lobo a las cabras", amenazó hace casi tres años un pastor de Valle del Lago, en Somiedo, a un guarda rural de Agroganadería y Recursos Naturales. El funcionario no le valoraba como quería unos daños causado por el lobo en un rebaño. El pastor y otro ganadero que le ayudó a amedrentar al funcionario aceptaron ayer una condena de seis meses de cárcel por atentado y daños, puesto que machacaron el Suzuki del guarda a golpes. Tendrán que pagar, además, una multa de 80 euros.

El fiscal pedía inicialmente una condena de un año y dos meses de cárcel por atentado y daños, así como una multa de 160 euros, y el pago de los destrozos en el vehículo oficial, poco más de 200 euros. El Principado, personado como acusación particular, reclamaba dos años y medio de cárcel.

Según el letrado de los acusados, Carlos Álvarez Arias, los dos ganaderos iban a declararse inocentes y negarlo todo, al considerar la denuncia del funcionario como una venganza porque había tenido que hacer una caminata de dos horas para llegar al lugar en el que habían sido devoradas las cabras. Además, el guarda en cuestión "siempre genera conflictos".

Sin embargo, cuando en la mañana de ayer comparecieron ante el Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo, decidieron no jugársela y llegaron a un acuerdo con el fiscal, aceptado por el Principado, y reconocieron los hechos a cambio de una pena inferior.

Este incidente, uno de los que vienen denunciando en los últimos tiempos los guardas, se produjo el 10 de abril de 2014. Una vez inspeccionados los restos de los animales en el monte y cuando el guarda ya se encontraba en Valle del Lago, dentro de su Suzuki, pidió al propietario de las cabras la documentación de la explotación, para completar el expediente.

Fue entonces cuando el ganadero, junto a otro pastor, empezó a reñir al funcionario por pedir los documentos, cuando otros guardas no lo hacían. Además, quería una indemnización mayor. El guarda les contestó que no podía hacer nada y fue entonces cuando la situación se le fue de las manos. Los acusados intentaron abrir el vehículo y, al no conseguirlo, lo zarandearon y golpearon, rompiendo un retrovisor y los limpiaparabrisas, y causando abollones.

El ganadero que quería el dinero se puso delante del coche y empezó a gritar: "Hijo de puta, cabrón de mierda, chulo. Te voy a matar cuando te vea por la calle. No te quiero ver por Valle del Lago. Te voy a despellejar como el lobo a las cabras. Si te veo por Somiedo, te mato. No salgas de casa por la cuenta que te tiene. Sé donde vives y conozco tu coche. Cuando lo vea te lo destrozo, cabrón". El guarda estuvo retenido unos diez minutos.