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Las familias de San Cosme se oponen al cambio de parada del autobús escolar

"No pasó nada en 35 años", argumentan los padres, que piden una solución para que el colegio "vuelva a la normalidad"

El autobús escolar, ayer, realizando una maniobra de giro en la parada antigua, ante la imposibilidad de dar la vuelta en la plaza, llena de turismos aparcados. A. M. SERRANO

Las familias de San Cosme (Cudillero) se oponen al cambio de parada del autobús escolar. El consorcio encargado de hacer el servicio de transporte de los 10 alumnos de esta localidad planteó el cambio en octubre de 2015, pero no lo materializó hasta ahora. Como medida de protesta, los padres están llevando a sus hijos al colegio Nuestra Señora de la Humildad de Soto de Luiña en coches particulares.

Las familias entienden que es más segura la parada donde se encuentra la marquesina. "Es la parada de toda la vida", señala el portavoz, Francisco Prada. "Nunca pasó en nada en más de 35 años, nos preguntamos qué pueda pasar ahora", añade. Pese a sus peticiones, las familias no han logrado una respuesta positiva del Consorcio de Transportes de Asturias. Además, la plaza es propiedad de la parroquia y esta entidad rural nunca autorizó al consorcio a utilizarla como zona de giro. Los vecinos de San Cosme suelen disponer de este espacio para hacer labores de carga y descarga (ganaderías) y como aparcamiento. Ayer, la plaza estaba totalmente llena a las ocho y media de la mañana y el autobús no pudo hacer el cambio de sentido.

La Policía Local emitió en diciembre de 2015 un informe sobre las presuntas carencias de la nueva parada. En él explica que carece de marquesina y también que esta nueva ubicación obliga a los escolares a atravesar a pie un tramo de la AS-222 "de trazado sinuoso, mal iluminado y carente de arcén". También señala que el autobús escolar debe hacer el cambio de sentido en una zona que no tiene visibilidad "al existir una curva muy cerrada cerca". "Después de este informe, que ya se firmó el año pasado, no entendemos la postura del consorcio", explica Francisco Prada.

La presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio, Carolina Castro, exigió "una pronta solución del conflicto. Los alumnos están llegando tarde a clase y eso está afectando a la dinámica del colegio", indicó. La línea sale a las 8.40 horas de Artedo y llega al colegio de Soto sobre las 9.15, tras recoger a 43 escolares (el centro escolar tiene 96 matrículas). Para hacer el cambio de sentido sin apenas riesgo, tendría que llegar hasta Brieves, a 31 kilómetros, y dar la vuelta.

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