El ovetense Ignacio Ramón González-Cachón, inspector del Cuerpo Nacional de Policía, abandonó ayer su puesto de jefe de la comisaría de Luarca (Valdés) entre los aplausos de su compañeros de trabajo y amigos. González-Cachón dirigirá a partir de ahora la comisaría de Mieres. "Ojalá encuentre allí lo que he encontrado aquí", dijo tras recibir una placa de sus compañeros en agradecimiento de sus servicios y dedicación.

El inspector jefe dio las gracias por "el apoyo y trabajo" a los cuerpos de seguridad e instituciones presentes en la comida de despedida. Se dirigió a la Guardia Civil, "con quien trabajamos codo con codo más allá de alguna discrepancia"; a la Policía Local de Valdés, "que siempre nos ha ayudado"; a Salvamento Marítimo, "con quien comparto su política defensa del mar"; al gobierno de Valdés, "que siempre ha prestado colaboración"; a la dirección del instituto de enseñanza secundaria Carmen y Severo Ochoa, "con quien ha sido un placer trabajar"; a Cruz Roja de Luarca y su presidente, "un hombre incombustible y con una grandísima capacidad de trabajo"; y a la Coordinadora para el Estudio de las Especias Marinas, "a la que también me une su opinión sobre el necesario cuidado del mar".

Al final se dirigió a sus compañeros "y ya amigos", dijo, de Comisaría para lanzarles un mensaje: "Muchas gracias por todo. Sabéis que siempre estará ahí",.

El inspector jefe se va de la "pequeña" comisaría de Luarca después de cinco años y medio de trabajo. Durante este tiempo, según destacó, los equipos de Seguridad Ciudadana y Policía Judicial ayudaron a esclarecer los robos y saqueos cometidos en el Museo del Calamar Gigante, el caso de las pulseras venenosas que se vendían en puestos de mercados ambulantes, un secuestro de una mujer que ejercía la prostitución y tenía origen italiano y el mediático caso de la peregrina Denise Pikka Thiem, norteamericana, de 41 años y asesinada en Astorga. González-Cachón y el jefe del equipo local de investigación, el inspector Francisco José García Arias, fueron condecorados por detener en septiembre de 2015 en Grandas de Salime al presunto asesino de la peregrina estadounidense.

Más allá de estos casos, el ya exjefe de la comisaría de Luarca siempre estuvo especialmente preocupado por el tráfico de drogas, los problemas de los menores y los malos tratos.

Los principales promotores del homenaje, los policías Francisco García y José Ramón Verdasco, también entregaron tres placas a los policías que han dejado la comisaría recientemente. Se trata de Juan Carlos Menéndez, que estuvo dos años destinado en Luarca; Alberto Fernández, que trabajo cinco años en la capital de valdés; y Rubén Moreno, destinado nueve años en la comisaría luarquesa.

La Dirección General de la Policía está pendiente de nombrar sustituto. Hasta entonces, el jefe accidental de la comisaría de Luarca es el inspector Francisco García.

Este comisaría es una de las más pequeñas de España. La Dirección General de la Policía dio el visto bueno a su creación cuando la comarca tenía problemas de comunicación por carretera, según figura en su historia.