"Un colegio muy activo, que hizo mucho por avanzar". Así recuerdan tres antiguos maestros del colegio público Maestro Casanova de Cangas del Narcea el centro en el que desarrollaron buena parte de su trayectoria docente y que este año celebra su medio siglo de historia.
Paco Veiga llegó en 1972 y se jubiló en 2006. Asegura tener un "muy buen recuerdo del colegio, en el que siempre se hicieron gran cantidad de actividades". En 1980 llegó María Felisa Fontaniella, que se jubiló en 2009 y dedicó la mayor parte de ese tiempo a ser directora. También veterana es Ángela Calvo, que empezó en el centro en 1985 y se jubiló hace seis años.
Todos ellos conocieron un colegio muy diferente del actual, separado aún por sexos y con una alta matrícula que alcanzó los 700 escolares. "Llegué a tener en clase cerca de 60 alumnos, luego el número de estudiantes fue bajando y acabé con 19", compara Veiga.
María Felisa Fontaniella y Ángela Calvo recuerdan que, a su llegada al centro, las maestras eran minoría, sobre todo en las escuelas dirigidas a varones. Sin embargo, les tocó vivir el cambio en el que las mujeres fueron apostando por una profesión en la que el hombre fue perdiendo presencia. "En los últimos años apenas teníamos un par de compañeros, lo mejor fue la época en la que estábamos más igualados", asegura Calvo.
Los tres profesores coinciden en destacar la apuesta por la innovación del centro. Recuerdan que en 1986 formó parte del proyecto "Atenea" que supuso la instalación de varios ordenadores. Algunos de los docentes tuvieron que asistir a cursos de formación en la Universidad de Alcalá de Henares y luego alumnos de todas las edades fueron pasando por ellos para trabajar actividades de apoyo e incluso crear bases de datos.
"Somos una generación que se inició con los primeros ordenadores y nos jubilamos con la pizarra digital", presumen. Para ellos, el gran cambio llegó con la construcción de la cancha polideportiva en sustitución de los tres patios existentes, dispuestos en diferentes alturas, "que eran peligrosísimos".
El edificio se ha conservado tal y como era hace 50 años, con algunas modificaciones, como la incorporación de la biblioteca, "que diseñamos los profesores y que, pasados los años, llegó a conseguir el primer premio nacional de Bibliotecas", destacan.
Los primeros directores del colegio fueron Maruja Palacios y Florentino Quevedo, que a sus 98 años recién cumplidos se acuerda de un centro con muchos alumnos, que estuvieron repartidos por diferentes edificios de la villa hasta la creación del actual colegio Alejandro Casona.
