Dan las nueve de la mañana en San Cosme, y ni rastro del autobús escolar. Ni está ni se le espera. Al pie de la carretera, padres y niños saben que, tras los últimos cambios en la ruta, no acudirá ningún transporte hasta esta localidad del interior de Cudillero. Pasará, cuanto más cerca, por San Martín de Luiña, a más de dos kilómetros de distancia, para seguir su ruta hasta Soto de Luiña, donde se encuentra el colegio. A las nueve y diez, el grupo camina hacia las antiguas escuelas del pueblo, donde los menores pasarán la mañana. No irán a clase.

Es la medida de protesta adoptada por los padres de una veintena de escolares de la zona, que se han visto afectados por los últimos cambios en el transporte. "Pagamos nuestros impuestos para tener unos derechos, en este caso un transporte adecuado, que lleve a nuestros hijos desde aquí al centro en el que estudian", clama Amelia López, madre de tres hijos, que explica que "a muchos padres se les hace imposible llevarlos y recogerlos en San Martín de Luiña todos los días". Han decidido mantener esta protesta "hasta que se dé con una solución viable".

El problema se deriva de la revisión de esta ruta escolar. Se estipuló que el giro que debía realizar el autobús de 54 plazas era peligroso. Desde el Consorcio de Transportes de Asturias (CTA) y la empresa se propuso utilizar un espacio comunal para el volteo, a lo que se negó la parroquia, dueña de la parcela, que es utilizada a menudo por los vecinos y no siempre está disponible. Las familias pusieron sobre la mesa la alternativa del uso de un minibús o taxis, que no prosperó porque "no hay dinero", según citan los padres. La situación actual es que la parada fijada para San Cosme se sitúa en San Martín de Luiña.

"Es inviable para muchos padres, que trabajan y no pueden hacer ese traslado", lamenta López. A su lado, Yolanda Pardo destaca que San Cosme "es un pueblo con vida, con una de las tasas de niños más altas del concejo", y que este tipo de trabas "pone en duda la intenciones de querer fijar población". "Parecen mirar más por el beneficio de las empresas que por el beneficio de los niños", asegura. También critica que la nueva parada esté en una zona peligrosa, "con cambio de rasante, sin aparcamiento y sin marquesina".

"Lo que no nos parece normal es que una empresa, por ahorrar costes, invada unos bienes y que cause este perjuicio a los padres", dice José Luis Menéndez, "Vallina", secretario de la entidad local.

Negociaciones

Fuentes de la Consejería de Infraestructuras explican que en este momento se mantienen conversaciones entre el (CTA) y el Ayuntamiento, pero que mientras no se llegue a un acuerdo sobre el lugar para el cambio de sentido, que se espera sea "a la mayor brevedad", el autobús escolar no puede pasar más allá de San Martín de Luiña.