Una oda a la base como garantía de futuro. Así podría resumirse la programación prevista por la Asociación de Bolo Vaqueiro con vistas a la celebración del XVII Día del Bolo, previsto para el 2 de abril en Cangas del Narcea y en el que el colectivo tiene previsto reconocer los méritos de los jugadores más destacados de las categorías inferiores, así como de quienes trabajan para que el deporte autóctono tenga relevo.
La cita tendrá lugar al mediodía en el hotel restaurante Peña Grande de la carretera de Leitariegos, donde a las dos de la tarde se celebrará una comida de confraternización entre jugadores, directivos, aficionados y colaboradores de una especialidad que, después de casi dos décadas, ha conseguido pasar de la práctica desaparición a estar consolidada como una de las más importantes de la región.
Una vez que los asistentes llenen sus estómagos se pasará a la entrega de premios, que en primer lugar tendrá como protagonistas a los tres primeros clasificados del Campeonato de Asturias juvenil del año pasado, y luego se rendirá homenaje a José Antonio Menéndez "Toño", en agradecimiento a su labor como coordinador de la zona del suroccidente de los Juegos Escolares del Principado, una cita que en los últimos años está sirviendo de gran escaparate para acercar a los alumnos de la zona al juego de sus abuelos. Homenaje que consistirá en la entrega de una placa en nombre de la asociación.
Del mismo modo, el colectivo realizará el tradicional reparto de calendarios y carnés de socio, y la Federación Asturiana de Bolos, presidida por Amable Poladura, aprovechará para hacer entrega de los premios de los campeonatos regionales de 2016, que tradicionalmente se repartían en la gala anual de la Federación celebrada en Noreña, desaparecida en las últimas campañas por la crisis económica de la territorial.
Una entrega de premios que se espera que sirva para reconducir una relación entre la modalidad y la Federación que en las últimas campañas no era todo lo fluida que sería deseable debido al malestar generado por los impagos de los premios y al incremento del precio de las licencias -motivado por la vuelta de la regional a la Federación Española de Bolos, un retorno que no benefició a una modalidad que, por su concentración geográfica, no dispone de competiciones nacionales, por lo que se opone a destinar parte del dinero de sus licencias a una nacional que no ofrece contraprestación alguna en lo competitivo-.
Todo ello como aperitivo para el inicio de una temporada que, en lo estrictamente deportivo, inicia la andadura el 22 de abril con las tiradas clasificatorias del Torneo Caja Rural en las boleras de Robles, Rengos y Degaña, quedando la final para el día siguiente, en la bolera del instituto de Cangas del Narcea.
También en los meses de abril y mayo se celebra una nueva edición de la escuela de bolos. El programa consiste en sesiones impartidas en centros educativos del suroccidente asturiano y se extenderá por varios colegios de Cangas del Narcea, Degaña, Ibias y Pola de Allande como preparación para los Juegos Escolares del Principado de Asturias, que tienen prevista la semifinal el 28 de mayo y la final el 4 de junio, en la bolera de Rengos.
Con respecto a la Liga regional, la prueba más esperada del año, el inicio está previsto para el 29 de abril, prolongándose durante los sucesivos fines de semana hasta el 27 de agosto, con algún paréntesis excepcional por la disputa de otros de los principales torneos de ámbito regional programados para ese período.
