Dos horas y media de negociación de la Guardia Civil para que J.M.G.L., de 59 años de edad, abandonase su vivienda, en la que se había atrincherado ante la presencia de los agentes. El ganadero se encerró en su casa de Talarén, en el concejo de Navia, para evitar que técnicos de la consejería de Medio Rural del Principado, acompañados de la Benemérita, le "quitasen el ganado".

El ganadero abandonó su encierro a las cuatro menos veinte minutos de la tarde, y lo hizo en ambulancia para ser trasladado a un centro sanitario.

Los agentes de la Benemérita encargados del caso se habían personado en la vivienda del ganadero para tratar de que el hombre cediese sus vacas a los técnicos del gobierno regional ya que, al parecer, los animales estaban "mal atendidos". El ganadero ya había sido objeto de una investigación.

Después de dos horas y media de trabajo el negociador de la Guardia Civil desplazado a la zona ha logrado que el ganadero salga por su propio pie de la vivienda sin que durante el encierro se registraran heridos. Los testigos aseguran que durante las negociaciones "no hubo ni siquiera malas palabras".

Los vecinos de J. M. G. L., que se vieron sorprendidos por el impresionante despliegue de la Guardia Civil, acudieron a la zona y mostraron su pesar por la situación, además de explicar que se trata de "una gran persona, un excelente vecino". Todos apuntaban en la misma situación, la mala racha económica por la que pasaba el hombre y que había llegado incluso a propiciar el corte de luz en su vivienda por falta de pago.

Fue precisamente esa deuda la que llevó a que el ganadero dejara de atender convenientemente a sus vacas, la falta de la que acusa el gobierno regional al ahora investigado. Desde que le cortaron la luz la empresa que recogía la producción de la veintena de vacas de este ganadero de Navia había dejado de pasar por su casa. Para alimentar al ganado el hombre debía utilizar la guadaña y el carretillo, después de las averías en su maquinaria. El hombre vivía solo desde hace unos diez años, cuando fallecieron sus padres, con los que compartía vivienda.