Dos de las citas festivas más consolidadas del calendario de Valdés desaparecen por falta de relevo en la dirección de la histórica Asociación de Vecinos del Valle de Paredes. La presidenta en funciones, Silvia Fernández, comunicó que dejaba el cargo por motivos laborales en diciembre, tras cumplir su mandato. En febrero, el colectivo volvió a reunir a sus socios para pactar una solución temporal, "pero nadie quiere coger el testigo". Silvia López trabaja ahora en Gijón y le resulta imposible asumir en soledad los trámites para organizar dos celebraciones de semejante magnitud. "Se necesita más ayuda", indicó ayer escuetamente.

La asociación no se disolverá y, de momento, mantendrá la fiesta del socio, que organiza todos los veranos. El colectivo tiene ahorros y también fincas en propiedad. Eso sí, para el recuerdo quedarán las estampas que ofrecía durante la Semana Santa la Muestra de oficios y costumbres del medio rural Valle de Paredes, que el año pasado llegó a su decimocuarta edición reuniendo a visitantes de distintos rincones de Asturias y de España. En ella se ilustraba al visitante sobre la forma de vida de antaño. Además, era posible comprar productos con arraigo local o asturiano.

El Descenso ecológico del Esva tampoco se celebrará este verano, interrumpiendo una trayectoria de 22 años. Participantes de diversa procedencia se unían a este encuentro, de carácter reivindicativo: se puso en marcha hace más de dos décadas para recordar la lucha de un pueblo que impidió la apertura de una mina de feldespato a cielo abierto. El Descenso se organizó por primera vez dentro de las actividades llevadas a cabo por los vecinos del Valle de Paredes como medida de presión y protesta. Actualmente, este encuentro servía para limpiar el cauce del río Esva en el tramo comprendido entre Agüera y San Pedro de Paredes. "Es una pena que pase esto, pero nadie quiere hacerse cargo de la presidencia", indicó Silvia Fernández.

El colectivo, creado en 1991, tiene 160 socios. Parte de ellos vive fuera del Valle de Paredes. Según los estatutos, el presidente no sólo debe ser socio, también tiene que residir en el Valle de Paredes.

El alcalde, Simón Guardado, reconoció el problema, pero también indicó que ambas citas "tienen que ver con la asociación, el Ayuntamiento sólo colabora".