El equipo de la estudiante Saray Rodríguez construyó en tres intensos días -y alguno más de investigación previa- un singular aparato musical que permite algo así como "tocar en el aire". El artilugio cuenta con un sensor de aproximación que transforma la distancia en notas musicales y ayer, por fin, pudieron mostrarlo al resto de compañeros en la Feria de la Ciencia del instituto Galileo Galilei de Navia. La cita cumple su cuarto año, fortalecida y con más proyectos que nunca: se pueden ver más de setenta creaciones de temáticas dispares, como la aviación, la educación física y el cálculo mental.
"Este año es alucinante", resume el profesor de Matemáticas, Roberto Manín, encantado con que cada vez más departamentos del centro se sumen a esta singular iniciativa que tomará hasta hoy el pabellón del instituto. El horario de visitas es de 9.30 a 14.30, y de 16 a 18 horas.
"Estamos muy orgullosos", dice Rodríguez sobre el singular artilugio musical construido con sus compañeros. A su lado, Lucía López y Rodrigo Tudanca exponen su trabajo, centrado en el cálculo mental. Primero hicieron un total de 430 encuestas para evaluar el nivel de sus compañeros de instituto en este campo y, como pieza estrella, ayer presentaron un juego para medir la agilidad matemática de los visitantes que se animen a probar. Tudanca, que quiere ser informático, se ocupó de programar el juego. Además, como particularidad, el aparato fue hecho con material reciclado y solo invirtieron 20 euros en los botones.
También llamó la atención el medidor de saltos que realizó un grupo de alumnos de Educación Física. Bárbara López fue la encargada de explicar este proyecto, con el que miden "la fuerza elástico expresiva del tren inferior". Un salto sirve para medir los índices de potencia, elasticidad y fuerza-velocidad. Añade la estudiante que el artilugio, usado por los deportistas de alto nivel, sirve para hacer "entrenamientos específicos y adecuados a cada persona".
Cuenta López que es muy "emocionante" ver la puesta de largo de los proyectos el día que se abre la feria. "Nunca se sabe del todo lo que hace cada uno. La feria está muy bien, es una actividad diferente y muy interesante", añade. También Carla Suárez, Zaida Templado y Sofía Suárez, que centraron su investigación en los fractales, se mostraron encantadas con esta cita: "Se pueden ver cosas muy variadas y aprendemos mucho".
En otra de las esquinas del pabellón, tres estudiantes de francés mostraron su trabajo, basado en la contribución francesa a la historia de la aviación. Además de investigar y descubrir singularidades como que Francia fue el primer país que concedió la licencia de piloto a una mujer, los alumnos hicieron una maqueta del primer globo.
La feria recibe desde ayer y hasta hoy las visitas de grupos de escolares de toda la comarca y hasta de Galicia. También suscita la curiosidad de los naviegos. "La feria tiene una media de 200 personas a la hora", apunta orgulloso Manín.
