Ante un dolor de espalda, cervical o de rodilla, el deporte puede ser la mejor pastilla. Una serie de ejercicios controlados, adaptados a las circunstancias de cada paciente y regulados en intensidad, son capaces de terminar de una vez por todas con esas dolencias, presentes en el día a día. Esta práctica se conoce como readaptación física, y surge como evolución de los entrenamientos que siguen los deportistas para recuperar su nivel después de una lesión.
"Igual que un deportista profesional entrena para superar cierta marca, un ciudadano de a pie entrena para estar bien", explica Iván Bustelo, entrenador personal y licenciado en Ciencias del Deporte y la Educación Física, que presta sus servicios en Coaña. Eso sí, se trata de un entrenamiento especialmente adaptado a cada individuo, y que se combina a la perfección con la medicina y la fisioterapia para lograr de esta manera los mejores resultados.
El fin que se busca con este tipo de entrenamientos es que "la musculatura que da problemas deje de darlos". Se consigue mediante una serie de trabajo específico, que se conoce como entrenamiento funcional. Bustelo subraya que con media hora a la semana puede ser suficiente, pero que el verdadero trabajo lo realiza el propio afectado. "Lo importante es transferir el trabajo que nosotros le enseñamos a la vida diaria", asevera.
El primer paso es, en cualquier caso, realizar una valoración previa. "No es lo mismo trabajar con alguien que ha hecho deporte que con alguien que no. O si ha tenido lesiones previamente. El ejercicio puede curar, pero antes debe haberse hecho toda la parte de análisis", apunta este entrenador. Después se determinan los ejercicios a ejecutar, y en qué orden, con qué intensidad y duración se deben llevar a cabo.
Este centro atiende un alto número de personas afectadas por dolores cervicales, que constituyen hasta un noventa por ciento del total. También lumbar y de rodilla. Los resultados parecen muy positivos. "Tenemos un alto grado de fidelización, y eso se debe a que lo que hacemos funciona. De hecho, el que empieza lo recomienda a su familia y amigos. Es muy satisfactorio", remata Iván Bustelo.
