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MARTA DE LA FUENTE | Responsable de la Escuela Municipal de Salud de Tineo

"La zona rural tiene varios problemas de salud, pero sobre todo el de la soledad"

"Hay gente que tiene reparos a apuntarse a nuestras actividades que sólo desaparecen cuando el médico les prescribe participar en algo"

Marta de la Fuente, con varios de los premios "Naos" a su espalda. D. ÁLVAREZ

Promover la salud comunitaria a partir de la apuesta por una vida saludable que incluya la práctica de actividad física, la buena alimentación y el cuidado de las relaciones sociales es el objetivo de la Escuela Municipal de Salud de Tineo, cuyo esfuerzo para lograrlo le ha valido la distinción "Naos", que otorga el Ministerio de Sanidad a nivel nacional. El proyecto, que dirige Marta de la Fuente, nació en 2011 y cuenta con actividades dirigidas a todos los grupos de edad, pero con especial protagonismo para el colectivo de mayores.

-¿Qué supone el reconocimiento de la estrategia "Naos"?

-Es muy importante, porque aunque no hay dotación económica es una distinción a nivel nacional que nos destaca frente a competidores muy fuertes como universidades o el Ayuntamiento de Madrid, y hay que tener en cuenta que nosotros somos un municipio pequeño con menos recursos. Llevamos varios años presentándonos y hemos sido reconocidos con cinco menciones, pero en esta ocasión nos dieron el máximo galardón.

-¿Qué es lo que se ha premiado?

-Esta vez presentamos un proyecto que viene a avalar el trabajo de los cinco años de la escuela. El título es "Un lustro de la escuela de salud y cinco años de promoción de la salud en el concejo de Tineo" y en él presentamos un resumen de todas las actividades que venimos desarrollando en el fomento de hábitos saludables, que no solo significa hacer hincapié en una alimentación sana, saludable y equilibrada, sino en trabajar también otros aspectos que fomentan el bienestar como es el cuidado emocional, la participación social y mantener una vida activa frente al sedentarismo.

-¿Cuáles son los objetivos de la escuela?

-El objetivo es promover la salud comunitaria desde un punto de vista general. Comenzamos como Plan Municipal sobre Drogas, pero la denominación suena negativa y cuando se trabaja sobre la prevención del consumo de drogas también se actúa sobre los factores de protección y los de riesgo. Es decir, que si tienes una vida saludable, haces ejercicio y comes bien, es más difícil que se pueda caer en consumo de sustancias como alcohol, tabaco, hipnosedantes o tranquilizantes. Por eso quisimos darle una visión más amplia y denominarla Escuela de Salud para centrarnos tanto en factores de riesgo como de protección, que incluyen a toda la población.

-¿Por qué es necesaria la promoción de la salud desde los gobiernos municipales?

-En la zona rural existen varias problemáticas que hay que tener en cuenta. Una de ellas es la obesidad, pero sobre todo existe la soledad, que conlleva muchas más dificultades. Estamos acostumbrados a la atención asistencial, que es obvio que debe estar, pero muchas veces hay muchas complicaciones que no llegarían a serlo si se previene y se trabaja en ello antes. Aquí tratamos esa soledad a través de talleres amenos que animan a la gente a salir de casa. De hecho, en muchas ocasiones me dicen frases como estas: "gracias a los talleres tengo la obligación de salir y no estoy en casa dándole vueltas a la cabeza", "quitáis penas", "dais alegría a nuestra vida". Todo esto te da una idea de hasta qué punto están solas las personas. Respecto a la obesidad tenemos un proyecto que desarrollamos desde hace cinco años. Es un curso de control y reducción de peso en el que llevamos de la mano a las personas. Lo que se promueve es la alimentación saludable de la dieta mediterránea con la guía del nutricionista Ramón de Cangas. El seguimiento es semanal y grupal, con pesajes y reuniones que nos dan unos resultados tremendos. Los participantes se sienten obligados a ofrecer resultados y se genera un sentimiento de pertenencia a un grupo que motiva mucho. El cuidado de la alimentación también se refuerza animando a los participantes a practicar actividad física de manera muy sencilla, como es quedar para salir a caminar.

-Talleres de relajación, memoria, baile divertido y risoterapia son algunos de los habituales. ¿Qué buscan los participantes en ellos?

-La gente no quiere problemas, lo que quieren es ir a un sitio donde divertirse y pasarlo bien, y se ha conseguido que haya un ambiente de armonía en el que las personas nuevas son bien recibidas y arropadas para que se integren. Pero es difícil captar a la gente y que se sienta motivada para participar porque existen muchos condicionantes personales y sociales. Por ejemplo, una persona que se queda viuda piensa que cómo va a salir a hacer un taller de baile divertido con la connotación que tiene de divertimento. También existen reparos a la hora de salir a caminar por el que dirán. Por eso aquí juegan un papel importante los médicos, que nos derivan personas y les prescriben participar en algo. En ese momento desaparece la connotación negativa y ayuda a sacar a una persona del hoyo en el que está metido de tristeza y de no salir de casa. Con la excusa de los talleres quedamos para tomar café, que puede parecer poco importante, pero toma relevancia cuando estás solo en casa y no tienes a nadie para salir.

-De uno de los talleres surgió el grupo de teatro.

-Nunca me había dado por escribir, pero a raíz de la celebración del Día Mundial Sin Tabaco se me ocurrió darle otra visión a los actos y buscar una fórmula en la que el mensaje impactase más a los receptores. Redacté una obra de teatro costumbrista en la que un hombre se plantea dejar de fumar. Aproveché el taller de memoria que estaba impartiendo para pedir voluntarios y curiosamente mucha gente levantó la mano y tuve que adaptar la obra para incluir a más personajes. A partir de ahí no paramos, y recorremos Asturias con obras que buscan dar un mensaje de promoción de la vida saludable y que a la vez sirve de taller para los miembros del grupo. Para ellos es una vía de escape de sus problemas diarios, ejercitan la memoria y se sociabilizan.

-Todo este trabajo ha llevado a la Consejería de Sanidad a nombrar a Tineo coordinador del programa de envejecimiento saludable.

-Desde el servicio de Promoción de la Salud y Participación Social nos propusieron como coordinadores del proyecto de envejecimiento saludable a nivel regional. El objetivo es ver qué funciona y qué no y elaborar una guía para todos los ayuntamientos para seguir una misma línea de actuación.

-Además, promueven los primeros Premios Saludables.

-Nosotros recibimos premios, pero nos gusta valorar todas las acciones que se están haciendo en el campo de la salud, porque somos conscientes que hay muchas cosas que se están haciendo y la gente no las conoce.

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