La reforma de la plaza Alfonso X El Sabio de Luarca está "más adelantada de lo previsto", según indicó ayer el concejal de Obras, Ricardo García Parrondo. El gobierno espera que la empresa adjudicataria cumpla los plazos y la reforma se pueda inaugurarse antes del verano. Esto implica que en dos meses se podrán ver los resultados de este proyecto, al que el Ayuntamiento de Valdés dedicó casi 400.000 euros.

De momento, los operarios trabajan en la colocación de los adoquines de la plaza. También es posible ver los protectores de la arboleda y la limitación de la zona dedicada al parque.

La remodelación de esta plaza marcará un antes y un después en la estética del centro de la capital valdesana. A las obras se sumará un cambio en el tráfico. Las calles cercanas a la también llamada plaza del Ayuntamiento estarán más limitadas al tráfico rodado (se trata de la calle de los taxis, que sólo será para este servicio y otros urgentes) y la avenida que linda con el río. En el último caso, la señalización provisional de obra se convertirá en definitiva, ya que se habilitarán los dos sentidos de circulación. Queda por empezar la reforma en la calle Uría, que será de sentido único en dirección a la plaza de Luarca. Este cambio permitirá ampliar las aceras 1,7 metros y mejorar los accesos peatones a la entrada principal del parque.

La oposición política se quejó del "caos" circulatorio que supone la obra y del traslado del busto de Ramón Asenjo a las cercanías de la fachada del Ayuntamiento. Las críticas llegaron de los ediles no adscritos, pero también del PP. Los populares pidieron explicaciones por el material que se acumula detrás del Ayuntamiento, donde la maquinaria pesada hace algunos de los trabajos. En esta zona es donde se acumuló el escombro que se generó al retirar el firme del parque.

La obra se adjudicó por 307.078,51 euros (sin Impuesto del Valor Añadido incluido). Tiene un plazo de ejecución de cinco meses. El arquitecto que diseño el proyecto renunció a la dirección facultativa por no estar de acuerdo con los cambios que realizó el Ayuntamiento. El alcalde, Simón Guardado, confirmó que se tuvo que renunciar a varios puntos para seguir las directrices marcadas por la Dirección General de Patrimonio.