La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Valle de Tablado, tierra de rutas y helados

La pequeña localidad, con cuatro ganaderías de leche y productos derivados, reclama mantenimiento en la senda de Bustavil

Valle de Tablado, tierra de rutas y helados

Valle de Tablado es un pequeño pueblo tinetense compuesto por una veintena de habitantes, pero a pesar de ello no pasa desapercibido en el concejo por ser el lugar donde se fabrican los helados artesanos de Granja Alvarín y donde comienza la ruta de Bustavil.

A los visitantes que llegan al pueblo los recibe un panel informativo de la senda y una pequeña área recreativa que ofrece al caminante un lugar donde reponer fuerzas una vez realizado el recorrido, que es circular. Para iniciar la ruta se debe atravesar primero una parte del pueblo y antes de adentrarse en plena naturaleza les sorprenderá encontrarse con una fábrica de helados.

Se trata de la empresa familiar helados de Granja Alvarín, en la que trabajan José Manuel Peláez, Ana María Francos y uno de sus hijos. Ganaderos de producción de leche desde varias generaciones, decidieron diversificar y con su materia prima crear otra empresa que nació en 2010. "En los pueblos tenía que haber muchas iniciativas de este tipo, para que se mantenga la vida en ellos", cree Peláez, que reconoce que hoy en día es difícil pedir a los jóvenes que se queden con la ganadería y en los pueblos "porque es un trabajo que no tiene descansos y está poco remunerado".

No obstante, en Valle de Tablado, un pueblo muy ganadero, aún se ve juventud. Una de las explotaciones está dirigida por un matrimonio joven que tiene una hija de cinco años, la única niña de la localidad. "Para trabajar aquí te tienen que gustar los animales. Por lo demás, el pueblo es muy tranquilo, está cerca de Tineo y se vive muy a gusto", apunta Lorena García.

Entre las peticiones que tienen los vecinos para mejorar el pueblo está el que se apruebe la concentración parcelaria que tienen solicitada junto con varios pueblos más de la parroquia. Además, les gustaría que se cuidase más la senda de Bustavil, porque aseguran que son muchos los paseantes que se marchan decepcionados por la falta de limpieza que interrumpe el recorrido, en el que se pueden ver las ruinas de un aserradero hidráulico construido en 1923 y de la central hidroeléctrica Bustavil o la "faya'l Veigo", un monumental ejemplar de haya de unos 40 metros de altura. También les gustaría arreglar la fuente y la báscula construidas por la Diputación en 1956.

Compartir el artículo

stats