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Soto de Luiña se engancha a la lectura

"Obligarles a leer no funciona, tienen que decidir qué es lo que les gusta", dicen en el colegio, donde organizaron con éxito una feria del libro

Soto de Luiña se engancha a la lectura

Ignacio Albuerne empezó a leer cuando tenía cuatro años gracias a una profesora del colegio público de Soto de Luiña. "Nos decía que leyéramos al menos cinco minutos al día", contó ayer. Él hizo los "deberes" y más que eso, no dejó de buscar historias que le interesaran.

Hoy en día es un ávido lector de 10 años que disfruta de la lectura como pocos de sus compañeros de su edad. "Me gustan la intriga y el fútbol, y busco libros que tengan todo eso. Ahora leo 'Los futbolísimos'", contó ayer risueño. Esta semana Ignacio está especialmente contento. El colegio ha programado unas jornadas especiales para conmemorar el Día Internacional de Libro y, de paso, explicar lo importante que es leer para el desarrollo de la persona.

En una sala del centro hay varios expositores con libros. Los alumnos pueden servirse libremente con la condición de devolver las obras una vez leídas. Para organizar la actividad, todos los alumnos trajeron de casa entre uno y tres libros, el mismo número que pueden llevarse a cambio. El colegio tiene además control de las obras que escoge cada alumno y les anima a continuar con la lectura que respeta los gustos.

La profesora Joana Franco cree que es "básico" dejarles elegir. "Obligarles a leer por imposición no funciona; tienen que decidir qué es lo que les gusta", asegura. En sus clases trata de fomentar la lectura mediante los consejos de los alumnos. Uno lee un libro y explica al resto qué le gustó de la historia. "Normalmente, triunfan los de intriga", explica Franco.

La directora del centro, María Alonso, añade que la improvisada feria del libro del colegio tiene que ver con la lectura, pero también con el compañerismo. "Aprender a compartir y a ceder aquello a lo que ya no dan utilidad. Muchas veces tenemos libros en casa que ye hemos leído varias veces, o que no volveremos a leer, y se quedan ahí. Esta es una forma de darles una segunda vida", detalla.

Muchos alumnos sacan además otros provechos de esta actividad. Para Manuel Blanco y Alejandro Peón, "si lees más tienes más vocabulario y menos faltas de ortografía". En la actividad han participaron activamente las familias, a quienes la dirección del centro agradece la colaboración. La particular feria del libro de Soto de Luiña volverá a celebrarse el año que viene.

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