Matilde Díaz empezó a buscar moluscos en la ría del Eo cuando tenía 10 años. Su madre compraba todo el marisco que ofrecían los vecinos y por ello creció conociendo los tesoros de la ría que separa Asturias y Galicia. Ayer, confesó entre risas que fue furtiva, que mariscar le dio mucho trabajo, pero también que siempre abrazó la ría con ganas. "Me gustaba la marea", dijo ante el público que se congregó en la Casa de Cultura de Castropol para rendir un sentido homenaje a 42 antiguas mariscadoras de Asturias y Galicia.

Hoy en día no hay mariscadoras en la ría del Eo, pero sí acuicultura. Los recursos no son tantos y están controlados. Las mujeres que antaño buscaban bígaros o almejas lo hacían "para combatir la fame y para echar algo al arroz o ganar un dinerillo extra", comentaron ayer. La regulación de la extracción en los años noventa, con la imposición de vedas y cupos, supuso un antes y un después para estas mujeres. "Fue muy difícil adaptarse", dijo Celia Pacio, mariscadora jubilada y expatrona mayor de la Cofradía de Pescadores de Ribadeo. "Hay que ponerse en el lugar de la gente que antes bajaba a la ría a buscar cuatro almejas y que, de repente, no podía hacerlo. Sin duda aquellos años fueron difíciles para nosotras", dijo Pacio.

Las mariscadoras de antaño trabajaban con los horarios de las mareas, descalzas o en zapatillas, con el fango como compañero indiscutible y sin ningún tipo de cobertura social. "Era un trabajo muy duro y que pocas veces se hacía notar. Merecen mucho este homenaje", dijo ayer Teresa Dorado, titular de la concejalía de Igualdad de Castropol, que impulsó el homenaje.

Todas las homenajeadas rieron, aplaudieron y se emocionaron en una jornada que recordó la dureza de los trabajos de antaño y también las recompensas. "Eso sí, yo no cambiaba la ría por nada", dijo Matilde Díaz. Una idea que también destacó su compañera gallega Celia Pacio. "La ría tenía algo que enganchaba", indicó. El homenaje se celebró en el marco del IV Festival de la Ostra de Castropol y tuvo especial recuerdo para Carmen Vinjoy "porque siempre confió en las posibilidades de la ría", según indicó la responsable del Centro de Experimentación Pesquera de Castropol, Carmen Rodríguez.

En la actualidad, comercializan ostras del Eo dos empresas, que ocupan treinta hectáreas para realizar los cultivos. Se extraen unas treinta toneladas al año. Carmen Rodríguez animó a la sociedad a cuidar de la ría y también dijo que este entorno tiene más posibilidades empresariales.

El festival cierra hoy con una degustación de ostras al natural, entre otros atractivos.