Carmen Martínez, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), tiene claro que la viticultura puede ser el futuro para el Suroccidente de Asturias, y así lo expuso ayer en Ibias en una charla que impartió en el colegio Aurelio Menéndez de San Antolín, dentro del proyecto "Ibias, lenguas y culturas".

"La viticultura es una alternativa para Ibias y la zona", aseguró la científica, natural de Cangas del Narcea e impulsora de la recuperación de la tradición vinícola en el municipio a partir de sus investigaciones. Considera que el éxito para el Suroccidente está en que haya más plantaciones y bodegas. "No es fácil crear pequeñas empresas, y los viñedos, desde que se planta hasta que empieza a producir, pasan unos años difíciles, pero le veo mucho futuro por la calidad y porque tenemos variedades autóctonas únicas, muy adaptadas y ligadas al territorio, con tradición y cultura", subrayó.

Además, en su ponencia quiso mostrar al alumnado todo el trabajo que existe detrás de la viticultura y la elaboración del vino, con el objetivo de "fomentar las vocaciones científicas". Algo que los estudiantes pudieron poner en práctica a través de un taller que impartieron varios miembros del grupo de viticultura del CSIC, que dirige Carmen Martínez. En él descubrieron cómo se mide el grado alcohólico probable del vino a través del azúcar presente en la uva y observaron con el microscopio las hojas de vid, donde pudieron ver las zonas vulnerables de la planta ante enfermedades y hongos.

Para los estudiantes la experiencia, tanto en la ponencia como en el laboratorio, fue muy enriquecedora y agradecieron "poder aprender más sobre algo que está tan presente en nuestro pueblo y en nuestras familias como es la viticultura", apuntó Nadia Rellán.