La Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente inició en la jornada de ayer los trabajos para adecentar las ruinas del Museo del Calamar Gigante de Luarca, en el muelle nuevo de la capital valdesana. Al mismo tiempo, en Oviedo, la consejera Belén Fernández se reunió con los vecinos involucrados en la recuperación del equipamiento, para reiterar su compromiso con el mismo, tras el desencuentro causado por el incumplimiento de los plazos fijados. Ambas partes acordaron mantener las vías de comunicación abiertas para seguir al detalle el proceso.

La actuación que ayer dio comienzo supone una inversión de 18.000 euros, financiada por el Principado. En primer lugar, se retirarán los cascotes y fragmentos de hierro y cristal sueltos en el interior del edificio. Después, se procederá a cerrar con bloques el perímetro del museo. Posteriormente se pintará el exterior, para a continuación instalar una gran lona, fijada con una rejilla. Estará listo en un mes.

Esta operación, junto con una campaña publicitaria con un coste de 15.000 euros para divulgar el actual emplazamiento de los calamares en el Parque de la Vida, había sido comprometida por la administración regional para antes de Semana Santa. No obstante, diversos problemas en la gestión de las partidas presupuestarias retrasaron su ejecución. Fue este incumplimiento de plazo lo que supuso la salida del comité ciudadano de la mesa de negociación hace dos semanas.

"Postura firme"

Ayer, ese grupo de valdesanos, ahora integrados en la asociación "Más Luarca Valdés", escucharon las justificaciones de la consejera. A pesar de ello, mantienen su decisión de abandonar la negociación a tres bandas. "No ha servido para que diésemos marcha atrás", asegura el presidente del colectivo, Tino Ron. "No han colmado nuestras expectativas. Ellos habían adquirido un compromiso, que en la fecha no se cumplió. Creímos que teníamos que tomar una postura firme", reseña el portavoz.

Sin embargo, sí que se han comprometido a mantener los canales de comunicación abiertos: "Hay interés mutuo en seguir informando sobre los pasos a dar en el futuro. Nosotros no tenemos inconveniente en estar al tanto de los pasos que se vayan dando en este proceso", incidió Tino Ron.

El Principado reiteró ayer su compromiso para dotar al Museo del Calamar Gigante, arrasado por los temporales en el invierno de 2014, de una sede definitiva. Se barajan dos opciones: devolverlo al mismo edificio, tras un refuerzo de la zona portuaria, o instalarlo en una construcción de nueva planta en Villar. Ahora se estudiará el efecto de las mareas en la zona, para decidir. La asociación "Mas Luarca Valdés" sigue pidiendo "una sede digna" para este equipamiento único en el mundo.