Las esperadas obras de estabilización definitiva del talud que el 22 de enero de 2013 se desprendió entre las calles de Santa Bárbara y Clarín, en Cangas del Narcea, comenzaron esta semana, aunque un desprendimiento de piedras que afectó a una terraza del primer piso de uno de los edificios de la calle Clarín hizo que el Ayuntamiento las paralizase.

Los considerados responsables de garantizar la sujeción del talud por las sentencias del juzgado de primera Instancia de Cangas del Narcea y, posteriormente, también por la Audiencia Provincial, el arquitecto Emilio Llano y la empresa Construcciones Adralés, son los promotores de la obra, que comenzaba el lunes con las labores de desbroce.

Fue, precisamente, realizando estos trabajos cuando se produjo el desprendimiento que atravesó la protección provisional que había instalado el Ayuntamiento en 2014 y las piedras impactaron en la terraza de un primer piso, causando daños materiales en el edificio. Esto supuso que el Ayuntamiento decidiera paralizar las obras "por razones de seguridad", y ha exigido a los promotores que adopten medidas que garanticen una ejecución segura para poder proceder a la reanudación de los trabajos.

Ayer mismo, la empresa encargada de las obras colocó una malla de contención por delante de la barrera estática existente de unos tres metros de altura y 50 de largo. Además, el director de la obra y coordinador de seguridad, Fernando Antuña, propondrá al Ayuntamiento que se permita extender la malla a lo largo de todo el talud para reforzar la protección. Aunque defiende que si el desprendimiento llegó al edificio no fue por falta de seguridad en la obra, "sino que se presuponía que la barrera estática colocada con anterioridad salvaguardaría el edificio de cualquier desprendimiento", apuntó. La actuación prevista para estabilizar el talud cuenta con un presupuesto de alrededor de 60.000 euros y un plazo de ejecución de mes y medio. Consistirá en la colocación de la malla de sujeción sobre el talud, que irá fijada mediante anclajes y bulones "que van a sostener el macizo rocoso en su conjunto", explicó el director de obra.

El abogado de los vecinos afectados que llevaron el arreglo del argayo a los tribunales, Félix Lobato, considera que la obra proyectada no cumple con las exigencias de la sentencia. "En el fallo se indicaba que había que poner una malla con una medida de pilotaje del talud en su cabecera, que parece que no se va a ejecutar porque en lo que se presentó no se contempla", explicó el abogado, que va a dejar que los trabajos continúen, si bien advierte de que, "si comprobamos que no se cumple con esa parte de la obra, presentaremos nuestras alegaciones en el juzgado".