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El vino de Cangas está asegurado pese a las heladas, según el Consejo Regulador

Beatriz Pérez llama a la calma porque la situación "no es alarmante" y advierte de que hasta la vendimia puede haber "más contratiempos"

Viñedos quemados por las heladas de abril, en Ibias. DEMELSA ÁLVAREZ

La mayor parte de los viñedos acogidos a la denominación Denominación de Origen Protegida (DOP) Vino de Cangas no pasan por una situación alarmante pese las heladas de finales de abril que dañaron las plantas. La cosecha de este año "hoy por hoy está asegurada". Así opina la presidenta del Consejo Regulador de la DOP, Beatriz Pérez, quien quiso transmitir un mensaje de calma.

Precisamente, este fin de semana se celebraron unas jornadas para estudiar posibles tratamientos y actuaciones en las vides con el fin de mejorar su rendimiento y superar la afección de las heladas. "Es cierto que hay viñedos afectados, pero la mayor parte de la producción de la DOP está a salvo", indica Pérez. La presidenta del Consejo Regulador añade que hasta la vendimia "queda recorrido". Y advierte: "Nos pueden pasar muchas cosas, el campo es así. No tenemos control sobre la meteorología y podemos tener más contratiempos como plagas".

José María Martínez es viticultor. Tiene su viñedo en La Barzaniella de Cangas del Narcea. Las 12.000 plantas que cuida con mimo han salido ilesas de las, para algunos, fatales heladas de abril. "Esos días se metió la niebla en Cangas del Narcea y nos salvó", explica. Produce 22.000 kilos de uva al año y es optimista con la cosecha que se espera para septiembre. "A los que no nos tocó la helada, tenemos muy buenas previsiones", destaca.

La vides estaban en un momento delicado. El anómalo buen tiempo de los últimos meses adelantó la floración y las plantas que hoy están sanas "prometen". Martínez asegura que es pronto para hablar del resultado de su cosecha, "pero si siguen las cosas así y no hay más heladas, la producción será buena al menos en cantidad", destaca.

En Ibias, los viticultores están más afectados. María del Rosario Buelta explica que ha perdido el 60 por ciento de la cosecha. "Ahora tenemos que ayudar a la planta a realizar un proceso que, de no ser por las heladas, haría sin esfuerzo", explica. Se trata de echar abono foliar y de otros cuidados que son secreto, según qué productor.

El productor José Pérez, de Marentes (Ibias), sí tiene afectado todo su viñedo y este año no producirá vino. Este vecino de San Antolín de Ibias trabaja ahora en la recuperación de las cepas, "pero de cara a la cosecha de 2018". Pérez está jubilado de la mina y sus ingresos no dependen del viñedo. "Para mí es una afición, pero después de todo el trabajo, este año no habrá recompensa. Lo malo es que en Ibias tendremos que trabajar más porque hay que recuperar la cepa", señala.

En cuento a las pérdidas económicas, el Consejo Regulador advierte de que no se pueden cuantificar y de que sería "precipitado" dar una cifra. Los más afectados son los viñedos de autoconsumo y especialmente los asentados en Ibias.

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