El jurista, ex fiscal general del Estado y crítico de cine Eduardo Torres Dulce destripó ayer en Vegadeo la película "El abuelo", que su amigo José Luis Garci rodó en el oriente asturiano realizando una "extraodinaria" adaptación de la novela de Benito Pérez Galdós. No desaprovechó su intervención, invitado por el Foro Comunicación y Escuela del instituto veigueño Elisa y Luis Villamil, para criticar la escasa atención que la industria audiovisual presta a la historia española: "España no tiene una película sobre Hernán Cortés, sobre Cristóbal Colón, Cervantes o la Edad de Oro... Ese desinterés de la industria de la cultura audiovisual española sobre la historia de España es verdaderamente sangrante".

En este sentido, Torres Dulce (Madrid, 1950) recomendó a los escolares la lectura de los "Episodios nacionales" de Galdós por ser "la historia de España novelada más importante". Y añadió: "Que las televisiones en España no hayan hecho nunca una serie sobre los Episodios Nacionales dice mucho sobre cómo es la cultura popular audiovisual en España".

Previamente a su intervención ante los estudiantes de los institutos de Vegadeo y Galileo Galilei de Navia, el jurista realizó una férrea defensa de las humanidades y calificó de "enorme carencia" su escasa presencia en el actual sistema educativo: "Las humanidades son un instrumento extraordinario para ayudar a formar esa conciencia ciudadana de comprensión, diálogo y convivencia que España ha ejemplificado en la época de la Transición. La educación en humanidades es ciertamente importante".

Pero no todo fueron críticas al cine español ya que, a preguntas de los estudiantes, defendió la buena tarjeta de presentación que tiene la cinematografía actual a nivel internacional: "El cine español en el mundo nunca ha estado tan presente como ahora. El nivel de apreciación del cine español a nivel internacional es bastante interesante". En este punto, destacó la trascendencia de directores como Trueba, Garci, Almodóvar, Amenábar o Bayona, que conforman "un batallón de prestigio de la marca España". Reprochó, eso sí, que la Academia de Cine español no haya sido capaz de escoger mejor las cintas que nos representan cada año en los "Oscar": "Elige muy mal. Pueden ser películas excelentes, pero son de muy difícil apreciación allí".

Al hilo de su reproche por la falta de atención del cine a la historia de España, un alumno preguntó si ese tipo de películas podría conquistar al público. Torres Dulce contestó tajante: "Saber lo que le va a gustar a la gente es imposible". A renglón seguido repasó algunos casos de películas cuestionadas inicialmente por la industria y que finalmente fueron un éxito. "Si uno tiene firmes convicciones, no importa ir contra corriente", zanjó.

De lo que no quiso hablar Torres Dulce, pese a la insistencia de los periodistas, fue de la Fiscalía y de los casos de corrupción que están viendo la luz actualmente. Se disculpó diciendo que está en excedencia de la carrera judicial (actualmente trabaja en un despacho judicial) y también "en excedencia de opinar". A su juicio, los ex fiscales generales del Estado deben actuar con prudencia.

Al respecto de la situación de la justicia, lo único que indicó es que solo se le debe exigir "que esté cerca de los ciudadanos y que sea lo más independiente de cualquier otro de los poderes del Estado, porque eso es lo que exige la Constitución".