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Los vecinos de la calle Clarín de Cangas desconfían de la estabilización del talud

"Queremos que la actuación se haga en condiciones y que se adapte a la sentencia", reclaman los afectados por el argayo de 2013

Los vecinos de los números 11, 13 y 15 del edificio de la calle Clarín afectado por el argayo que se desprendió la madrugada del 22 de enero de 2013 vuelven a estar pendientes del talud que se alza detrás de sus casas. Las obras de estabilización definitiva de la ladera comienzan más de cuatro años después del suceso que trastocó la vida de toda la comunidad, especialmente de los vecinos que tuvieron que dejar sus casas durante catorce meses.

Vigilantes por cómo vaya a ser el desarrollo de las actuaciones y expectantes ante su resultado final. Así se muestran los habitantes de los bloques afectados, que llevaron el problema del desprendimiento y de la seguridad de sus viviendas a los tribunales y consiguieron sentencias favorables, tanto del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Cangas del Narcea como, posteriormente, de la Audiencia Provincial. Ambas obligan a realizar la obra de estabilización definitiva del talud a los demandados, el arquitecto Emilio Llano y la empresa Construcciones Adralés, promotores de los trabajos que comenzaron la semana pasada.

"Teníamos ganas de que se empezara la obra porque ya va para cuatro años y medio desde el argayo, y ya está bien, pero también queríamos ver que se empezaba una obra que nos diese seguridad", apunta el vecino José Manuel López. A primera vista, los trabajos que están presenciando desde sus ventanas no les dan mucha confianza y temen que no se estén ajustando a los requerimientos recogidos en el fallo judicial, aunque se proponen tener paciencia para ver cómo va a ser su evolución antes de dar cualquier paso. "Quizá es prematuro para aventurar cómo quedará, así que vamos a esperar a que termine", comenta López, quien recuerda que lo único que piden los afectados es que "nos aseguren que no bajará nada de nuevo, porque ya estuvo bien de chapuzas".

La obra proyectada por la empresa que está realizando los trabajos tendrá un período de ejecución de mes y medio, y consistirá en la colocación de malla metálica de alta resistencia a lo largo del talud y su sujeción mediante anclajes y bulones. Para llevarla a cabo se destinará un presupuesto de 85.600 euros, IVA incluido. A los vecinos esta actuación les parece, a priori, insuficiente. "Estamos indignados porque creemos que no se van a hacer las cosas como se supone que hay que hacerlas por sentencia, vemos que están poniendo esta alambrada, que nos parece bastante simple, cuando esperábamos que empezaran a hacer un muro. No nos parece seguro", explica Merce Linares.

En este sentido, también les llama la atención que se haya invertido más dinero (unos 100.000 euros) en la obra de estabilización provisional, que se realizó a principios de 2014 por parte del Ayuntamiento y con financiación del Principado de Asturias, que el presupuesto que se está barajando para la solución definitiva. "No entendemos como el apaño al final va a resultar más caro que la obra que pretende ser la que estabilice el talud de forma definitiva", recalcan.

Por ello, insisten en que su única petición es que "la actuación se haga en condiciones y con la seguridad de que no bajen los chalés para abajo, y que se adapte a sentencia y a lo que está escrito, que es estabilizar el talud; no queremos estar dentro de unos años de nuevo en pleitos".

Los trabajos en la zona comenzaron la semana pasada, pero un desprendimiento de rocas que llegó hasta la terraza de un primer piso hizo que el Ayuntamiento paralizase las obras hasta que se incrementasen las medidas de seguridad. La caída de la roca, que llegó a golpear contra la pared del edificio, resonó por todo el bloque en pleno mediodía, cuando la mayoría de los vecinos estaba en casa. "Salimos todos a la ventana cuando cayó, fue como recordar otra vez lo mismo que vivimos hace cuatro años", subrayan los residentes.

La colocación de una malla de alta resistencia ante la barrera de protección provisional ha permitido la reanudación de las obras, que ayer continuaban con normalidad con la colocación de la malla sobre el talud.

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